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El resto del día se mantuvo igual. O peor.

Chaeyoung no le hablaba. No la miraba. No le sonreía. ¡No hacía nada!

Esa situación hizo que la japonesa anduviera mucho más irritable de lo normal. A Mingyu le daba miedo acercarse mucho porque ante cualquier acción errónea, la japonesa reaccionaba mal.

— No me pasa nada.

Mingyu puso los ojos en blanco.

— ¡Por favor, Mina! Estás rara, tú no eres así.

— Ya y según tú, ¿cómo soy?

El pelinegro tragó saliva. Se estaba metiendo en la boca del león y no quería que se produjera un escándalo con todos sus primos presentes.

— No lo sé... siempre estás calmada, callada y dices que sí a las cosas que te digo.

"¿¡En serio esa es su descripción sobre mí!?", pensó Mina.

Se enojó aún más y se puso de pie, alejándose del grupo que descansaba en la terraza principal.

Mingyu la siguió de inmediato ante la mirada atenta de Chaeyoung. A pesar de que no le hablaba, inevitablemente se mantenía pendiente de todo lo que ocurría con la japonesa.

— ¡Vamos Mina! No te pongas así. Sabes que odio cuando andas con esa actitud de mierda.

Mina lo miró seria. Lo mejor sería que dejara de hablar porque si su intención era mejorar la situación, lo estaba arruinando.

— Iré a dar un paseo. Necesito tomar aire.

— Te acompaño.

— ¡No! — alzó la voz y suspiró — Por favor Mingyu. Sólo un momento. Déjame en paz.

— ¿Todavía me quieres, verdad? — preguntó con una sonrisa, queriendo alivianar el ambiente.

La japonesa puso los ojos en blanco y comenzó a caminar. Necesitaba despejar su mente. Ya luego arreglaría las cosas con Mingyu.

No estaban acostumbrados a esto. Discutir nunca había sido parte de su relación pero estaba segura que lo solucionarían. Siempre lo hacían.

El pelinegro volvió al grupo, tratando de no mostrar lo molesto que estaba ante la actitud de Mina. ¿Qué demonios le pasaba? Nunca le había hablado de esa forma, se estaba comportando como una niña.

— ¡Uy, Ming! Veo que tu noviecita es un poco complicada. — bromeó Mark.

El pelinegro sonrió como si nada hubiese pasado.

— Así son las mujeres... Ya volverá cuando se le pase.  — dijo con tranquilidad.

— ¿Ha pasado antes?

— No, — rió— generalmente hace todo lo que digo. Como todas... Tú sabes.

Mark rió con él y Chaeyoung sintió su sangre hervir. No conocía mucho a Mina pero estaba segura que merecía algo mejor que Mingyu.

"¿Cómo puede estar con él?", pensó.

Sí, era guapo. Pero ahí acababa la lista de virtudes de su primo y no lo decía por la rivalidad que existía entre ellos. Lo conocía demasiado bien.

— ¿Qué me miras, tú? — preguntó el pelinegro — Nos has mirado todo el día, ¿Que acaso te gusta mi novia? — se rió— Porque te recuerdo que es mía.

— Lo que pasa es que eres un idiota y parece que tu noviecita se está dando cuenta. — soltó Chaeyoung.

Mingyu la miro con desprecio.

wonderwall | MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora