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—  ¿Chaeyoung? — se escuchó del otro lado de la línea — ¿Dónde estás? ¿Estás con Mina?

— ¿Qué pasó Jungkook? — dijo con voz de sueño.

Luego de comer, continuaron su conversación en el sillón y, sin darse cuenta, se habían dormido.

Mingyu acaba de llegar. Está como loco buscando a Mina.

— No entiendo, ¿pasó algo?

Parece que cuando mis papás llegaron, estaban todos borrachos y drogados. Mingyu no quería venirse e hizo un escándalo en medio de la calle...

Chaeyoung se puso de pie con cuidado.

¿Estás con Mina? — insistió.

— S-si, si... estoy con ella...

En eso, la japonesa despertó y, sin levantarse, observó como la más baja hablaba por teléfono preocupada.

¿Están en la casita?

— Si. ¿Mingyu sabe que está conmigo?

Espera, te llamo en un minuto... Mingyu viene para acá. — y cortó.

— ¿Jungkook? ¿Aló?

Mina la miró extrañada.

— ¿Qué paso, Chaeng?

Mingyu borracho y drogado. Enojado. Buscando a Mina. Eso sólo podía significar problemas.

— ¿Para qué te llamó Jungkook? – preguntó mientras se ponía de pie y estiraba sus brazos hacia arriba.

¿Debería contarle?

Si le contaba entonces tendrían que volver y, en el momento en que Mingyu se diera cuenta que estaba con ella, se encargaría de hacer todo lo posible por alejarlas. Lo sabía perfectamente.

Pero por otro lado, no quería preocuparla. ¿No era mejor hacer como si nada hubiese pasado y seguir disfrutando de su compañía?

— ¿Chaeng? — volvió a preguntar.

Al final, decidió contarle la verdad.

Mina no era ninguna tonta y, no es que quisiera dejar mal a Mingyu frente a la chica que despertaba sentimientos en ella, de verdad no era eso, sino que pensaba que la japonesa debía saber lo que estaba pasando.

Era la novia.

— Pero si Mingyu no bebe. No le gusta el alcohol. Menos la droga... Es policía. — dijo Mina confundida.

Chaeyoung abrió su boca sorprendida pero no dijo nada.

Dios... ¿tan poco conocía a su primo?

Había visto muchas veces a Mingyu borracho. También sabía que cuando se juntaba con Mark se drogaban. No porque Mark fuera una mala influencia, de hecho era el pelinegro quien llevaba la droga.

Sabía mucho sobre su primo pero no era el momento de hablar sobre eso.

— Chaeng.

De nuevo ese apodo. Le encantaba.

— ¿Si?

— ¿Podemos quedarnos aquí esta noche? No quiero volver.

Chaeyoung le sonrió.

— No te preocupes, aquí tenemos todo lo que necesitamos.












— ¿¡Dónde está mi novia!? — preguntó alterado.

wonderwall | MICHAENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora