IT'S JUST A LOVE

Las cosas que creía antes

Olivia:

Creo que mi error fue detenerlo.

—¿Vas a escapar?

Axel se detuvo antes de abrir la puerta del piso.

—¿Qué?—preguntó. No supe bien por qué lo hice, pero me fijé en él y en sus hombros completamente tensados, incluída su espalda y los músculos de sus brazos.

—¿Eso es lo que haces?—pregunté una vez más y me pasé la lengua por los labios, estaban resecos. Hace segundos atrás era muy diferente—. ¿Huir?

—¿A qué te refieres?—se dio la vuelta para mirarme, su rostro reflejaba indiferencia.

—Creo saber que haces lo mismo con todas las chicas con las que te cruzas, huyes, Axel. No pretendo intentar cambiarte, ni tampoco pretendo luchar por nada, pero solo quiero saberlo, ¿por qué huyes?

—¿No vas a luchar?—noté como su ceño se fruncía, parecía confundido.

¿Y es que acaso él quería que lo hiciera?

Unos minutos atrás me había dejado en claro que no quería una pareja y para bien o para mal, yo lo había aceptado. Lo que no entendía es...

¿Por qué estaba escapando?

—¿Por qué luchar por algo que está perdido desde el inicio?

—Pensé que eras del tipo que luchaba por lo que quería—contestó con simpleza, como si todo esto fuera un dato adicional e irrelevante. Quería quitarle importancia.

—¿Por qué piensas que te quiero?

Levantó sus cejas, fue casi imperceptible, pero yo lo noté porque desde que lo había conocido no había dejado de mirarlo.

—Porque dejas que te toque, Olivia.

—Eso no tiene...

—¿Que no tiene nada que ver?—preguntó interrumpiéndome y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, como si se hubiera enterado de todo.

—Sí.

—Hay imbéciles en todo el mundo, a montones y estoy seguro de que no soy el primero que ha decidido acercarse a tí, pero hasta ahora no has estado con ninguno. Y descarto totalmente la idea de que no hubieras tenido oportunidades, estoy seguro de que tú ni siquiera se las diste. Pero aquí estoy, contigo desnuda debajo de esa camiseta, hasta hace unos segundos estábamos juntos. ¿Me vas a decir que no quieres que sea yo?

Había acertado en algo.

Es solo que no lograba entenderlo por completo.

—¿Qué es lo que quieres de mí, Axel?—tuve que tomar el valor para soltarlo.

—Soy egoísta, Olivia. No voy a mentirte ni confundirte. Me gustas como nunca nadie me ha gustado antes, contigo siento lo que no siento con nadie y no quiero que seas de nadie más. Te quiero para mí. Sin embargo, creo que soy lo suficientemente cobarde como para no dejar nada de lado...

—Quieres exclusividad de mi parte, pero tú no estás dispuesto a dejar nada por mí. No me parece justo.

—No, no lo es, pero soy completamente sincero, cruel si quieres, pero es lo que siento y lo creas o no, no me gusta ser así, pero tampoco voy a cambiar...

—Pues es mejor que te vayas—solté, porque aunque en estos momentos quisiera echarme a llorar, no iba a hacerlo.

—Eso es lo que planeaba hacer.

Asentí, esperando a que se fuera. Me parecía un poco cobarde darle la espalda.

Pasó un segundo.

Pasaron diez segundos.