Joaquín y Emilio empezarán de nuevo.
Andrés Vázquez es amigo de Joaquín, está enamorado de Joaquín. Emilio al enterarse sabe que su camino para llegar de nuevo al corazón de Joaquín será difícil.
《 "No es fácil, ya no soy aquel chiquillo, he cambia...
El dolor tan pulsante de cabeza, lo estaba matando.
Sentía ganas de cortarse la cabeza para ya no sentir el inmenso dolor.
Abrió los ojos lentamente, lo primero que observó fué el techo blanco, bien, se dió cuenta de que no estaba en su casa y mucho menos en la de Andrés.
Por el repentino salto que dió al levantarse de la cama, hizo que le diera un mareo, que tuvo que sostenerse del marco de un cuadro.
El chirrido de la puerta abriéndose hizo que se tocara la cabeza por el dolor, fijó su vista hacía la persona que entraba.
"Ya despertaste solecito." - Habló Emilio, acercándose a Joaquín con una bandeja.
Jo no sabe si responder ó sonreír. Simplemente lo observa dejar la bandeja en la mesita de noche.
"Gracias." - Murmura Joaquín, Emilio lo mira y sabe que no lo escuchó. - "Gracias por todo." - Comenta, algo apenado.
"Ven tómate ésto para el dolor de cabeza." - Emilio le extiende un vaso con un líquido verde, Joaquín se lo toma y observa el contenido del vaso.
"¿Qué es?" - Pregunta.
"Un remedio casero de Zuria." - Comenta Emilio sentándose en la cama.
"Gracias." - Menciona antes de tomarlo, hace una mueca al comprobar el mal sabor.
"Sabe mal, pero es efectivo, ahora es hora de que te bañes. Iré a buscar ropa mía." - Es empujado hasta el baño. - "No tardes mucho." - Es lo último que escucha Joaquín antes de que Emilio cerrara la puerta.
Joaquín tan sólo mira la puerta pensando en lo que dijo.
Iré a buscar ropa mía.
¡Demonios voy a usar ropa de Osorio!
Algo dentro de él estaba feliz, muy feliz.
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Minutos después Joaquín ya está cambiado con ropa de Emilio, le queda algo grande, pero le gusta, más no le dirá a Joaquín. Siente algunas cosquillas en el estómago.
"Te ves bien." - Comenta Emilio, mientras se sienta en frente de él.
"Gracias." - Menciona al mirarlo.
Tal vez debería irse a su casa, pero la sensación de estar en la de Emlip junto a él lo hace dudar.
"Pasaremos el día juntos." - Dice Emilio al prepararse un café.
En ese mismo momento recordó la frase en la primera cita.
"Te voy a cortejar"
"No gracias."
"No te estoy preguntando, te estoy diciendo que te voy a cortejar."
