Trajecito

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¿Acaso era eso lo que te tenía tan nervioso aquella tarde?

Recuerdo haber ignorado tu mensaje y tu llamada ese día. Me levante algo tarde de lo inusual, salir al baño y regresar con mi compañera de cuarto sentada en su cama diciéndome que me alistara para ir al gimnasio, me negué, mi cuerpo estaba adolorido de los días anteriores pero ella insistió. Me cambie, me peine y me tome unas fotos pensando que tu las verías luego. Luego de unos ejercicios leves y una caminata de vuelta a la residencia, me di una ducha de agua fría, me lave el cabello, recuerdo haberme tardado mas porque se sentía tan bien estar bajo la pluma. Llegué a la habitación, saque mis productos de pelo crespo, aun en toalla me senté sobre la cama unos minutos a revisar mis notificaciones, ninguna era tuya. Frente al espejo me posicione para comenzar el trabajo en mi cabello. Los minutos pasaban y no parecía haber señales de ti, había perdido total esperanza hasta que todo se fue en silencio y mi teléfono vibro. En la pantalla apareció la foto que te puse de contacto y tu inicial arriba, también soy tonta, ¿quien demonios deja solo la inicial de alguien a quien no puede amar? Debi de quitártelo hace mucho pero siento que si lo hago, algo cambiara.

Ignore tu llamada y tu mensaje por completo, estaba molesta contigo porque el día anterior había revelado algo que me irrito. Que mas cosas hablaras con ella. Pero volviendo al tema... Ignore todo contacto y simplemente me aliste para mi día. Mire mi armario, me cruce de brazos sin saber que ponerme, mientras rebuscaba entre la ropa encontré aquel vestido, un vestido que fue comprado hace años y nunca a sido utilizado, a un punto incluso pensé en donarlo, es un vestido lindo pero nunca me había sentido segura de usarlo pero ese día algo en mi, mando todo a la mierda y decidió ponérselo. Me veía radiante, me sentía bien, me sentía sexy, algo lo cual no siento muy a seguido. Me mire al espejo, me puse un chaleco mahón para no ser tan atrevida y sentirme mas segura. Salí a almorzar, charle con mi amiga mientras comíamos, decidí contestarte porque aun que trate de ser ruda, me siento mal si no contesto. Respondí con un - Por ahi - y debajo de eso una foto de la comida. Tu respuesta fue algo rápido - Ya -.

Los minutos pasaron y decidimos caminar hacia un area cercana donde ustedes tomaban clase, ella esperaba a su amigo que por casualidad es amigo tuyo y un poco mío. Nos sentamos, quite mi chaleco porque hacia calor, esperamos allí hasta que entre charlas ella me dice que venían caminando juntos, mi vista periférica los vio, tome me chaleco y me lo puse de nuevo mientras aun hablaba con ella, ambas tratamos de parecer que no los habíamos visto. Ambos llegaron, yo te salude con la mano mientras el otro con un abrazo. La situación parecía algo tan raro para mi, me sentía en una cita doble. Charlamos un poco entre todos aunque yo trataba de no mirarte mucho, recuerda que presuntamente estaba molesta. Nos tuvimos que ir debido a que Jonathan tenía clase en unos minutos y bueno. Los tres caminamos hasta el area verde donde tomamos asiento junto al grupo, tu por estar hablando por teléfono tardaste y tuviste que buscar una silla alejada de mi, pero se notaba el desespero de querer estar sentado junto a mi. Un mensaje tuyo fue recibido y me pregunte - ¿Esta delante mío, porque me escribe? - me sentía como en las películas románticas donde los dos protagonistas se escriben por teléfono porque su amor es prohibido. El último mensaje lo analizo hoy y siento que lo dijiste con algo de molestia - Amiga de Jona - decía el mensaje.

Buscaste la manera de sentarte a mi lado pero parecía no haber ninguna, incluso en una me levante para estirar las piernas. Recuerdo que me había quitado el chaleco, estaba simplemente con aquel trajecito de colores que dejaba ver una espalda desnuda. Me senté de nuevo y minutos después las sillas junto a mi se quedaron vacías, esta era tu oportunidad, te vi levantarte y dar dos pasos y ya sabia - ¿Para donde vienes? Quédate por allá - recuerdo haberte dicho y tú sonreíste mientras te sentabas junto a mi. Comenzamos con las peleas de siempre, yo mandándote a callar y viceversa, siempre la misma rutina. Pero lo que me detuvo el corazón fue ese comentario que salió de tu boca...

- Si tu me haces caerme de esta silla, te juro que te voy a dejar sin dientes - dije yo

- La real, tengo miedo. De tirarte al suelo por ese trajecito que tienes puesto - dijiste tu

El tono, tu expresión, pude sentir una presión increíble en ese momento. Tragué saliva y simplemente decidí cambiar el tema, pero se que miras, se que tus ojos ven cada centímetro de mi piel, porque, ¿como fue que lograste ver el cardenal que estaba mas arriba de mi rodilla en mi muslo izquierdo?

¿Fue eso lo que te tenia tan ansioso?

Cartas OlvidadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora