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Ella camina por la delgada línea entre la amistad y el amor, con un corazón que late al ritmo de sus suspiros por él. Él es el confidente, el compañero de risas y lágrimas, pero también el objeto de sus más profundos anhelos. Mientras él está comprometido con otra, ella guarda en su pecho un océano de emociones que solo susurran en las noches solitarias.

Cada gesto de cariño de él es un bálsamo y una daga, una dulce agonía que alimenta su amor secreto pero imposible. Aunque su mente le diga que es solo una amiga, su corazón clama por un lugar especial en su vida, un lugar que solo puede llenar con su amor verdadero.

Ella se aferra a cada momento compartido, cada conversación que los acerca un poco más, aunque sea solo en la superficie. Sueña con el día en que él descubra la verdad oculta en sus miradas, en sus palabras entrelazadas de significados profundos, y decida cruzar la frontera de la amistad hacia un amor que ha estado esperando en la sombra.

Mientras tanto, su amor crece en la penumbra, como una flor en el jardín secreto de su corazón, lista para florecer en todo su esplendor cuando el tiempo y el destino se alineen a su favor.

Cartas OlvidadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora