Capítulo 8: Con todo el amor del mundo

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POV'S VALENTINA
8:32 a.m

Hoy no es un día cualquiera; es el cumpleaños de Chiara.

Samy y yo hemos planeado algo especial. La cabaña que hemos alquilado está en una parte adentrada del bosque, un refugio lejos de la ciudad y de todo, un lugar donde esperamos que los chicos tuvieran un respiro para que pudieran asimilar todo lo que ha estado desde que nos conocimos hace dos semanas.

—— ¿Estás segura de que esto es una buena idea? —— Me preguntó Rivers, sonaba un poco preocupada cuando terminamos de acomodar las maletas en la parte de atrás. —— No quiero que se sientan presionados y nos odien.
—— Confía en mí. —— Le dije mientras tomaba su mano y dejaba un beso en su frente. Miré por la ventana del maletero para ver si ya estaban todos listos; pude a ver a Julia y Andrew, quienes estaban hablando entre ellos y Chiara estaba con sus audífonos. Todos parecían perdidos en sus propios mundos. —— Necesitamos este tiempo juntos, lejos de todo. —— Vi como mi chiqui asintió mientras alejaba sus manos de las mías.

Rodeé el coche para abrir su puerta y después entrar a mi puesto de piloto. Rivers tomó mi móvil para poner música para el viaje y se quedó con el para jugar Subway Surfers.

El viaje en coche se dio en un silencio cómodo, interrumpido solo por el ocasional ladrido de Viernes, que parecía divertirse mientras dejaba besos en las mejillas de los chicos. Chiara, sentada en el lado derecho del coche, a un lado de la ventana, jugaba nerviosamente con el borde de su camiseta, parecía una clara señal de ansiedad mezclada con anticipación.

—— ¿Emocionada de ver a tu novia? —— Le pregunté, intentando aliviar la tensión mientras ponía una mano en la pierna de mi esposa para aliviar mis nervios. Ella asiente, y por un momento, su sonrisa ilumina el coche.
—— Hace tiempo no la veo. —— Su voz es suave, pero hay una calidez en ella que no había escuchado antes. Samy y yo reímos en respuesta.

Pasaron poco menos de cuarenta minuto cuando llegamos al punto de encuentro donde recogeríamos a Violeta, que ya estaba esperándonos, por lo que Chiara nos indicó.

Era la primera vez que la veíamos. Se veía maja y mona, algo dentro de mi me hizo entender inmediatamente por qué Chiara está tan enamorada de ella...

Samy y yo salimos del coche para ayudarla con sus maletas y Chiara para saludarle dejando un corto beso en sus labios.

—— Vivi, ella es Samantha. —— Escuché la voz de la pelinegra a mi lado mientras acomodaba las cosas de Violeta en el maletero.
—— Mucho gusto, Violeta. —— Escuché a mi esposa responder seguida de una risa nerviosa que asumí era de la colorada quien estaba tomada de la mano con Chiara.
—— Y yo soy Valentina. —— Me presenté cuando cerré la puerta del maletero, extendiendo la mano.
—— Violeta. —— Su apretón es firme, seguro.
—— He oído mucho sobre ti. —— Le digo mientras sonrió, ella sonríe de vuelta mientras mira de reojo a Kiki.

La presencia de la chica fue como una brisa fresca, su sonrisa coqueta y su mirada llena de vida que hizo que Chiara se iluminara al verla, y por un momento, pude ver una chispa de felicidad genuina en ella. Eso me hizo feliz a mi.

Nos quedamos unos pocos minutos fuera, hablando y charlando un poco, lo típico dentro de una presentación pero de vez en cuando, con alguna broma que hacía Violeta reía ligeramente y tocaba mi brazo en forma amistosa pero veía como la expresión en la cara de mi chiqui cambiaba pero decidí no decir nada en ese momento, más adelante lo haría.

El camino hacia la cabaña se llenó de conversaciones sobre música, sobre la escuela a la que habían comenzado a ir mis pequeños, sobre como Samy y yo nos conocimos, sobre como Violeta y Chiara se conocieron, de todo un poco y de nada a la vez. Era agradable, y por un momento, me sentía como en familia, como en los viajes por carretera que hacía de pequeña con mis hermanos y me pude olvidar de las preocupaciones que tenía en la cabeza.

Llegamos después de un par de horas, Kiki y Violeta fueron las primeras en entrar y lo hicieron de la mano, seguidas de Julia y Andrew y por último, Samy y yo.

Vi como los hermanos exploraban cada rincón de la cabaña. Kiki y su novia tomaron una de las habitaciones grandes, Julia tomó una de una sola cama y Andrew tomó la que venía con una consola y dos comas individuales. La última que quedaba era la principal, donde dormiríamos Samy y yo.

—— ¿Qué os parece si exploramos el bosque después de dejar las cosas? —— Escuché como sugirió Violeta cuando finalmente llevamos las maletas al salón.

Chiara asintió, emocionada, al igual que sus hermanos, y por primera vez, les veo sonriendo con felicidad genuina. Me apoyo en el borde de la puerta principal mientras veo como los pequeños se alejan.

Rivers se acercó a mi con su mano buscando la mía. —— ¿Estás bien? —— Me preguntó. Yo asentí, sintiendo su calor.
—— Sí, esto es exactamente lo que necesitábamos. —— Le dije mientras dejaba un beso en su frente. —— Yo te he notado un poco extraña hace unas horas, ¿todo bien? —— Le pregunté con suavidad mientras soltaba sus manos para abrazarla. Aunque ya a sabía cual sería la respuesta.
—— Estoy... —— Comienza, pero su voz se quiebra. —— Es solo que, no sé wet, sentí raro cuando Violeta te tocaba el brazo. Ya debes de estar hasta la madre de mis celos e inseguridades pero, no sé, Val. —— Hubo un pequeño silencio. —— No pude evitar sentir... —— La interrumpí con un beso.
—— Entiendo, es algo que estamos trabajando juntas. Es un proceso, chiqui. —— Le dije. —— Si tengo que decirte que en mi corazón solo hay lugar para ti, todos los días, eso haré. —— Le aseguré, y aunque las palabras eran ciertas, sé que llevará tiempo convencerla.

La tarde se desvanecía en un crepúsculo dorado, Rivers y yo nos sentamos en el porche de la cabaña, nuestras manos entrelazadas, mirando cómo Chiara, Violeta, Julia y Andrew regresan del bosque. Hay una facilidad en sus movimientos, una risa compartida que habla de una conexión profunda.

—— Son buenas juntas. —— Comenta Samy mirando a las chicas, y aunque todavía hay una sombra en su mirada, puedo ver que está comenzando a aceptar la relación de Chiara y Violeta. Yo asentí, observando cómo Chiara volvía hacia nosotras con una sonrisa genuina en su rostro.
—— Son perfectas la una para la otra. —— Le digo a Samy, y en ese momento, siento que todo estará bien.

[•••]

Viernes corría felizmente entre los árboles, con Andrew y Julia tras de él.

La noche caía aún más y en unos minutos, nos reunimos alrededor de una fogata que Julia había decidido encender.

Las llamas bailan y chisporrotean mientras Chiara sacaba una de mis guitarras de su funda.

Comenzó a tocar acordes, Violeta comenzó a tararear una melodía y a los pocos minutos todos cantábamos la letra de la canción. La música fluía de manera suave y dulce.

—— Gracias por esto. —— Chiara murmura cuando la canción terminaba.
—— No tienes que agradecernos. —— Respondí, y aunque sé que todavía hay un largo camino por recorrer, este momento se siente como un comienzo. Rivers puso una mano de sus manos en la pierna de Chiara dejando un pequeño apretón en ella.
—— Lo hicimos con todo el amor del mundo. —— Dijo. Mi corazón se derritió con esa frase. Julia y Andrew de acercaron a mi para apoyar sus cabezas en mis hombros. Me sentía completa en ese momento.

Lifetime | Rivers y tú |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora