05

2.3K 286 47
                                    

Que lindo es estar en la cima, el respeto, el miedo, los sacrificios, las ofrendas, el poder.

¿Quien no anhelaría tan hermoso estatus?

Solo que cuando pierdes lo más importante en tu vida, lo pierdes todo.

Charlie personalizaba cada habitación para que sean al gusto de cada huésped, y claro, la habitación que había dejado más a la preferencia de alguien era la de Alastor, después de todo era su padre y lo conocía perfectamente, hasta donde se le per...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Charlie personalizaba cada habitación para que sean al gusto de cada huésped, y claro, la habitación que había dejado más a la preferencia de alguien era la de Alastor, después de todo era su padre y lo conocía perfectamente, hasta donde se le permitió.

Una habitación donde una pequeña parte era normal, hasta que el tapizado de la pared se iba uniendo al inmenso bosque. Grandes árboles, venados corriendo a lo lejos. Esto último siendo agregado por el overlord por obvias razones.

El demonio de la radio se encontraba desayunando un rico ciervo recien cazado, el dulce aroma a muerte desprendía del pobre animal, que no tuvo ni la pequeña posibilidad de escapar.

Recuerda exactamente hace catorce años, cuando su hija aún era muy niña, lo vió comer esa carne y explotó en llanto, sentía pena por aquel pequeño animal, aparte de que justo por ese tiempo sus poderes y apariencia demoníaca empezaron a darse a notar con más claridad, A Charlie le empezaron a brotar sus primeras astas y unas pequeñas orejas de venado junto a su colita. Solo por ella había decidido dejar de comer la curiosa carne cruda, o al menos se aseguraba de que no estuviera cerca.

Ni hablar de la reacción de Lucifer, estaba furioso por hacer llorar a su pequeña, le había dicho tantas veces que en la casa no se comía nada crudo, y ni hablar de practicar el canibalismo. Se veía tan gracioso cuando se molestaba, soltaba sonidos de cabra que en vez de causar temor provocaba ternura.

— Alastor.

Empezaba a preguntarse cuándo su momento de paz iba a terminar. Al parecer su nuera había irrumpido en su habitación juntó con los pequeños huevos que pertenecían al pecador serpiente.

— Voy a necesitar que te retires, querida, aún estoy desayunando.

— Estos huevos son una plaga, ¿Puedes encargarte de ellos?

Curiosamente Vaggie trataba de forma muy neutral a Alastor, y si bien tenía cierta desconfianza por él, no quitaba el hecho que era el papá de su novia, su suegro. Lo menos que quería en este momento era tener una mala relación con quién puede arruinar su noviazgo con una simple charla de padre a hija.

— ¡Por que no lo dijiste antes! Muero por unos huevos revueltos.

— Sin dañarlos, por favor.

"Ugh"

Le quitas lo divertido. — Hizo aparecer su micrófono — En fin, tendré que divertirme a MI manera después.

— ¡Super! — Agradeció por haber aceptado el favor, aunque... — Ay no, que asco. — No todos tienen un gusto tan refinado como el de Alastor.

Papás Divorciados - Radioapple | Appleradio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora