capitulo 3

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Smert se mueve por el bosque, buscando que podran comer, toda la situación era un poco rara para el, sentía algo raro cuando miraba a Flavio, un sentimiento de paz, el cual lo abrumaba cada vez que veía a Flavio hablar y mirarlo fijamente con esos ojos verdes.
El sentia algun tipo de atraccion hacia ese italiano, algo que nunca le había pasado hasta ahora.

<<me gusta su cabello rubio, sus ojos verdes y su cara fina...es muy atractivo... Asi que por ahora no lo matare...>>

Pero sus pensamientos no duran mucho cuando ve a un conejo, al lado de su probable madriguera.

Después de un rato Smert vuelve con el conejo muerto en una de sus manos. Y ahora puede ver como Flavio ya tiene hecha la fogata.

—Oye, prestame tu navaja, voy a degollarlo— dice Smert mientras le muestra el cadaver del conejo a Flavio

—no me llamo "oye", y tampoco te dare mi navaja, no soy estupido— 

Flavio le arrebata el conejo muerto de la mano a Smert y empieza a degollarlo, quitandole la piel y luego los musculos con la misma navaja que usó para amenazarlo.

Flavio parecia ser un chico independiente, que preferia hacer las cosas por si mismo, lo cual no le molestaba a Smert, ya que eso demostraba ser fuerte, y a el le gustaba la gente fuerte.

Smert pasea un poco a su alrededor, sin saber que hacer y encuentra un monton de flores hermosas, le recordaban al hermoso cabello rubio de Flavio, asi que decide arrancar una pequeña y llevarsela a Flavio.
El cual estaba algo cansado de arrancar la piel del conejo solo con una navaja.  Ahora estaba sudando y algo rojo por el esfuerzo.

El alto hombre se acerca a Flavio y le pone la pequeña y fragil flor en su cabello, haciendo juego con este.

—¿Qué carajo estas haciendo? Mejor ponte a hacer algo util en vez de tus tonterías— dice Flavio con una mirada de cansancio y enojo

La mirada de enojo mas su cuerpo sudado y sonrojado era irresistible para Smert, el hombre sentía  una lujuria incontrolable que jamas había sentido nunca, necesitaba hacer suyo a ese hermoso hombre.

—Toma, ahora tu lo cocinas, yo ire a caminar— Flavio se levanta y le entrega el conejo degollado a Smert

Flavio camina por un rato, ahora el sudor se a secado y se siente asqueroso, le encantaria bañarse, sentir el aire sobre su cara y su cuerpo, sin preocuparse de lo demás.
De repente, se puede escuchar un sonido peculiar, el del agua cayendo y chocando contra las piedras, era una cascada, una cascada pura y fresca.

<<¡CARAJO SI!>>

Piensa y corre hacia la clandestina agua, la cual caía de la cascada hacia un conjunto de piedras que formaba un bello estanque.
Pero se detiene a medio camino, tiene que enseñarselo al imbecil de Smert.

Flavio corre hacia la dirección por la que vino. Su corazón palpitaba con fuerza, sentia alguna clase de emoción que no podia explicar.

—¡Oye! ¡Bastardo! ¡Encontré una cascada!—

—¿De verdad? Que suerte. Pero primero comamos, ya termine de cocinarlo— 

Un olor delicioso invade la nariz de Flavio, tenia buen aroma y buena presentación la carne de conejo que ahora estaba completamente cocinada y sabrosa.

Flavio agarra el pedazo de carne y empieza a comerlo con prisa, estaba realmente delicioso y suave.

Después de comer Flavio se levanta y agarra la mano de Smert para llevarlo hacia el bosque. El gran hombre solo podia pensar en lo caliente que era la mano de el pequeño chico que lo llevaba hacia  lo mas profundo del bosque, donde se empezaba a escuchar el sonido del agua cayendo.

—¡Mira! ¡Ya llegamos!—

Dice Flavio con emoción, empezando a agarrar la ropa de Smert, tratando de desvestirlo.

—vamos, desnudate—

El ruso se queda en silencio unos segundos, casi en shock

—Pensaba que no querias acostarte conmigo— dice Smert con una sonrisa en la cara

—obviamente no quiero hacerlo contigo, idiota de mierda, ambos estamos sucios con sangre de conejo, y yo en lo personal, no aguanto el olor— Flavio empieza a desabrochar su propia camisa de botones
 
—vamos, no quiero ser el unico desnudo—

—Esta bien— Smert empieza a desvestirse, dejando su ropa y su abrigo en el suelo.

Ambos se meten en el agua fria, causando que Flavio se estremezca y de un pequeño quejido.
Ahora el ambiente entre los dos es mas relajado.
El agua cristalina hacía ver aun mas hermoso a Flavio, su piel blanca como porcelana y su cabello rubio se hacía mas brillante cuanto mas se sumergía en el agua.

<<Es muy bonito...>>

Ahora Smert tiene un leve sonrojo en su cara, lo cual nunca en su vida le había pasado, todo esto era tan raro para el, nunca en su vida había tenido sexo, ese tipo de cosas nunca le había interesado, ni mucho menos se había enamorado, pero ahora, Smert sentía una lujuria que no podia explicar, ni tampoco el hermoso placer de sentir la mano de Flavio contra la suya.
Realmente todo lo que estaba sintiendo a la vez lo asustaba un poco, pero al mismo tiempo le agradaba.

—¿por qué me miras tanto? Es incómodo como el carajo—  le dice Flavio

—No...No es nada, por cierto, dime ¿As tenido alguna pareja?— Smert se acerca hacia el pequeño hombre moviendo el agua a su alrededor

—No realmente—

—lo suponía... Eres muy bajito y con mal carácter— Dice Smert, con una sonrisa burlona.

—¡Carajo! ¡ya vas a empezar con esa mierda!— Flavio se acerca a rapidamente a Smert para intentar golpearlo.

—y sobretodo, eres débil físicamente— Smert agarra al hombre italiano y lo inmoviliza, agarrandolo de las muñecas desde atrás.

Ahora Flavio esta muy enojado, sintiéndose apricionado contra las manos grandes de aquel hombre.

—¡SUELTAME! ¡TE VOY A MATAR CARAJO!—

—También deberías cortarte el cabello, casi te llega hasta los hombros— Smert mintió, realmente le gustaba mucho el cabello de Flavio.

—¡Yo decido que hacer con mi puto cabello!— 

Smert suelta a Flavio, dejandolo chapoteando en el agua.

Solos en el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora