𝑱𝒖𝒎𝒂𝒏𝒋𝒊 || 𝑨𝒍𝒆𝒙 𝑽𝒓𝒆𝒆𝒌𝒆

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐

En ese momento Bethany entró en pánico, y se acercó al lago que ahí había para ver su reflejo.

—Bethany, Bethany no— gritó Refri.

—No, soy un hombre viejo con sobrepeso— habló Bethany mientras volteaba a ver a los demás. Cassie se acercó a su hermana y le tomó la mano, y le dió una cálida sonrisa. Aquellas que solía darle, cuando algo estaba mal.

—Ah, tengo un tatuaje— dijo Martha con nerviosismo— Mi madre me dijo que me mataría, si me hacía un tatuaje.

Cassie también volteo a ver su muñeca y se dió cuenta que igual tenía un tatuaje con tres líneas. Ella siendo la amante de videojuegos que es, se imagino que eran las vidas, con las que cada uno contaban.

—Tambien tengo uno— hablo Spencer, mientras observaba su brazo.

Cassie sintió como Bethany soltaba su mano.

—Un segundo, ¿Dónde está mi teléfono?— exclamó mientras entraba en pánico.

Cassie se acercó a Martha, la cual se mataba un mosquito con la mano.

—¿Por qué estoy vistiendo está ropa en esta jungla?— habló Martha mientras veía su ropa —Un short minúsculo  y blusa con top de cuero, osea que es ésto.

—No está tan mal Martha, tu no tienes que aguantar el calor— dijo Cassie refiriéndose a su atuendo.

—Yo parezco nomo de jardín, ¿Dónde está mi teléfono?— habló Bethany.

—¡A quien le importa!— contesto Refri.

—Estamos en los cuerpos de otras personas— gritó Martha.

—Ese no parece ser el problema más urgente en este momento— dijo Spencer.

Cassie observaba todo con aburrimiento.

—En serio, no crees que sería un buen momento para hacer una llamada o enviar un mensaje o cambiar tu estado, atorado en un mugroso videojuego— comento Bethany.

—Solamente estoy diciendo que yo no tengo mi claritin, ¿Está bien? Y además soy alérgico a casi todo—hablo Spencer.

—Hay no, te dan alergias Spencer eh, yo no tengo el tercio de arriba de mi cuerpo— grito Refri.

—Muchachos ésto en realidad no puede estar pasando, tal vez estamos en coma— hablo Bethany.

—Juntos, estamos en coma juntos— contesto Cassie.

—Es la única explicación, esa consola vieja debe habernos ejecutado...— no termino de hablar por qué un hipopótamo salió del lago y se la comió.

Cassie estaba entrando en pánico, trato de correr hacia su hermana, pero Martha se lo impidió. Ella sentía que su corazón se detenía.

—Hay dios mio, más vale que te lances a salvarla— le dijo Refri a Spencer.

—Yo no me voy a meter ahí, métete tú— le contesto Spencer.

—Claro que no, traigo una mochila hijo, no entras al agua con una mochila, todo el mundo lo sabe— hablo Refri

—Ya chicos, dejen de pelear— gritó Cassie, mientras aún era sujetada por Martha.

En ese momento, un sonido del cielo se escuchó, y Bethany cayó.

—Auch— exclamó Bethany.

Cassie se soltó del agarre de Martha y corrió hacia su hermana, la cual se encontraba sentada en el suelo. Ella se lanzo y la abrazo con fuerza.

—Crei que te perdía— habló con un sollozo Cassie.

—Eso no va a pasar— le contesto Bethany, mientras le regresaba el abrazo.

—¿Estás bien? — preguntó Martha.

—Que cosa tan intensa— habló Bethany, mientras dejaba de abrazar a su hermana —Osea ni siquiera lo puedo explicar.

—¿Que te acaba de pasar?

— Un rinoceronte me comió y luego caí como 1000m desde el cielo— contesto Bethany mientras Cassie la ayudaba a ponerse de pie.

—Si eso fue lo que parecío.

—Hipopotamo son omnívoros, rápidos como caballos en distancias cortas y muerden con una fuerza de 8,100 N— habló Refri —¿Cómo es que se eso?

—Eres experto en zoología— le contesto Cassie.

—Sigo viejo y gordo¿Verdad? — preguntó Bethany.

—Por desgracia— contesto Spencer.

En ese momento, un ruido en los arbustos se escuchó, y Martha le hizo una seña a Cassie para que volteara al lugar de dónde provenía el ruido.

—¡Ahm, chicos!— exclamó Martha.

En ese momento un hipopótamo agresivo salió, Cassie tomó la mano de Bethany y juntas salieron corriendo, detras de Martha, la cual seguia a Spencer.

Tomaron otro rumbo, cuando otro hipopótamo salió de otros arbustos. Todos corrían intentando huir. Cuando un Jeep se detuvo delante de ellos.

—Oh Dr. Bravestone ¡Bienvenido o Jumanji! — habló un hombre por la ventana del Jeep.

En ese momento las puertas del Jeep se abrieron.

—No de queden ahí, ¡Adentro!

Todos sin pensarlo se subieron rápidamente al Jeep.

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