Un Giro Inesperado. La Rueda De La Infortuna.

La chica nueva y los extraños sueños.

Estaba nuevamente en ese espantoso bosque, corría a toda velocidad, como si escapara de algo, me chocaba con los árboles pues no se podía ver nada, llovía muy fuerte y la niebla era espesa, me detuve para tomar aire, pero fui empujado con fuerza hacia una zanja, encima de mí está una persona tratando de dejarme sin aire, no miraba bien quien era y no sabía por qué quería matarme.
—TN despierta ver a ver rápido.
A la distancia pude oír la voz de Eiden que me llamaba, no sé como, pero me desperté, me levanté y estaba sudando frío me coloque la ropa y salí, por la ventana entraban los tenues rayos del sol.
—¿Eiden no se supone que aquí nunca sale el sol?.
—Si se supone no, pero supongo que los vampiros no tendrán clases hoy.
Pobre de Patrick con lo que le gustaba ir a la escuela y encontrar gente muerta, pensaba esto mientras caminaba hacia la puerta.
Cuando llegamos a la puerta de la escuela, había mucha gente amontonada, nos acercamos para ver, justo en la puerta estaba una chica de pelo rubio y ojos azules.
—Vaya que es muy guapa, debe ser la chica de la que hablaron los del consejo estudiantil.
Justo cuando estaba por decir algo, la chica y yo hicimos contacto visual y en ese momento sentí un escalofrío horrendo recorrer todo mi cuerpo como si ella y yo ya nos conociéramos.
—¿TN estás bien te ves pálido.
—Sí, iré a ver a los del consejo estudiantil.
Salí de ese lugar rápido, camine hacia la oficina y justo cuando estaba por abrir la puerta me llegó el aroma a sándalo un aroma que se sentía en todos los lugares dónde encontraba un cuerpo, no solo eso también por debajo de la puerta salía sangre.
—Porque justo cuando me encuentro solo.
Entre a la oficina y justo del techo estaba colgada una chica, las plumas de sus alas estaban por todo el piso y sangraba de sus manos y piernas, corrí hacia ella pues aún estaba viva, acerque una silla y la coloque debajo de sus pies para que pudiera sostenerse, pues su propio peso le estaba cortando las muñecas, la levanté para que pudiera poner los pies en la silla.
—Resiste, deja busco la forma de desatarte.
Busque por todo el sitio hasta que encontré el alambre, pero era muy filoso no podía simplemente tratar de desatarlo, con las manos me cortaría, pero le tenía que salvar la vida, se estaba desangrando.
—¡¡¡¡¡¡Carlos!!!!!!.
Grite esto pues sabía que me oiría, con un hacha que encontré en el cajón contra incendios, levanté con todas mis fuerzas el hacha y corte el alambre, ella cayó, la desate de las manos aunque me corté, le hice un torniquete en las muñecas para detener el sangrado y como pude la coloque en mi espalda  para levantarla y llevarla a la enfermería.
—Carlos que sucede?.
—Oí la voz de TN llamándome.
Cuando estaba en el pasillo me encontré con Johann, Saúl, Carlos, Eiden y la chica nueva.
—TN, por qué traes a mi hermana en la espalda?.
Cuando me vieron la chica grito pues yo estaba bañado en sangre Johann me ayudó con su hermana.
—No ay tiempo para explicarte lo que pasó tenemos que llevar la a la enfermería o será muy tarde.
Le grite y salimos todos corriendo ala enfermería, yo le ayude con su hermana y cuando llegamos la enfermera atendió de inmediato a la muchacha, la otra enfermera me curaba las heridas de las manos, mientras los demás me miraban y la chica nueva especulaba que yo era responsable de lo que pasó.
—¿No creen qué tal vez él causó eso?.
—Genial y lo dice la que hizo saliera el sol.
—¿TN que pasó?.
—Johann en vez de sospechar de mí, por qué no me agradeces si no fuera por mí tu hermana estaría con San Pedro.
Dije esto estresado, pues estaba lleno de sangre y me dolían las manos, salí de la enfermería y me fui a mi dormitorio me duche y me acosté para quedarme dormido.
Nuevamente, estaba en el bosque, pero esta vez estaba frente a una cabaña, de la cual se miraba la tenue luz de una vela.
—¿Dime por qué tenemos que eliminar a una chica de cada raza?.
—Solo serán las bonitas, yo tengo que ser la única hermosa en clock time.
Retrocedí, pero con el pie pise una rama la cual hizo ruido tras romperse bajo mi zapato me los quite y los arroje en un lugar lejos y salí corriendo.
—¿Quién anda hay?.
Corría por todo el bosque hasta llegar a la zona en la que aparecí, de repente todo se volvió negro y desperté.
—¿TN estás bien?, Estabas gritando en sueños.
Frente a mí estaba Patrick con una cara de entre preocupación y miedo.
—Creo que tuve una pesadilla.
Solo me levanté de la cama y fui a comer algo, estaba sentado en el comedor comiendo un emparedado tratando de analizar mi sueño, tenía que ver que había de relación los asesinatos con mi sueño.
—¿Patrick me podrías decir que fue lo que dije mientras dormía?.
—Claro gritabas, “No por favor no me mates, te prometo que no vi ni oí nada, es mas yo no oigo, no hablo, nov veo, no existo”.
Un sueño raro no recuerdo mucho y tampoco recuerdo cómo llegué aquí, le mostré una sonrisa a Patrick y me levanté de la silla para ir a ver a la joven que había salvado.
Mientras me dirigía a la enfermería, le daba vueltas a mi sueño, solo tal vez no era un sueño y era un recuerdo que olvide tras la caída en la zanja, me intriga a él no poder saber por qué tenía sueños tan raros, por más que le diera vueltas al asunto no encontraba el por qué de mis sueños raros, y si seguía con eso tal ves nunca encontraría el por qué de ellos, aunque  si sabía algo esos sueños no solamente podían se simples sueños comunes y corrientes. Tenían una explicación y tarde y temprano lo descubriría aunque no sabía por qué mi estómago hacia gorgoritos y lo sentía revuelto.
—(Espero no terminar echando para fuera el emparedado que me comí hace unos momentos, mi cuerpo aún está resentido).