D-9

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Lead Track: Dust Till Dawn by Zayn feat. SIA

🐾ALMA DE ALFA 🐾

"Un bosque profundo rodea mi alma. Un amanecer con tintes de ocaso mientras mis esperanzas se consumen. Como las gotas de la lluvia del perdón estoy sujeto a tus manos. La caricia que solías dedicarme se siente realmente amarga.

Estoy solo, quizás cuando más cerca tengo tu tacto. Sigo estando solo hasta que me miras y es entonces cuando todas las excusas se desvanecen.

Sé que nos volveremos a encontrar, tarde o temprano volveré a fluir en tu cauce, pequeño hijo de la Luna."

La sensación de emerger a través de una verdadera columna de humo consiguió hacer tiritar el cuerpo de un chico de ágiles formas y cabello gris pizarra. Aun sin poder abrir los ojos por completo, la ausencia de los sonidos de la noche abogaban a favor del transcurso del tiempo desde la última vez que había sido totalmente consciente.

Haciendo un esfuerzo por recordar y abrir los ojos, Jimin reparó en la pesada presencia a su espalda y el aroma denso que le rodeada. Era una mezcla de cítricos con pino.

Era una mezcla demasiado hipnotizante y para colmo de males, la prueba que relacionaba su esencia con aquella que le había atraído desde el fondo de su conciencia para ceder por su caprichoso lobo.

No quería admitirlo, no quería siquiera pretender lo que había sucedido cuando su mano tanteó en la espesa oscuridad para encontrar otras más fuertes sosteniendo su abdomen.

Un molesto escalofrío consiguió atravesarlo y por un instante imágenes de dos lobos correteando en una especie de paraje absurdo llegaron en aluvión a su mente. La respiración pausada en su nuca comenzó a agitarse y casi pega un grito cuando fue girado entre aquellos brazos.

Orbes de un violeta eléctrico se encontraron con el verde primaveral en su mirada. Labios alarmantemente sonrojados producto a los estragos de la fría lluvia en un cuerpo que estaba tan desnudo como el suyo pero curiosamente cálido terminaron encontrándolo.

—Dime que no es lo que estoy pensando... dime que tú... que nosotros...

Jimin nunca se había permitido llorar frente a un alfa, aun cuando había sido acosado en la primaria por cachorros que se intuía presentarían como tal, sus ojos se habían mantenido libres de las molestas lágrimas, pero ahora la idea de haber perdido su virginidad en manos del hombre que más detestaba en los últimos días o que este estuviera más que al tanto de su falsa identidad parecía ser demasiado para procesar.

Yoongi se percató de los intentos del más joven por escapar de su presencia. Aún estaba pasando por su celo, pero milagrosamente de una manera si es posible más agradable. Su naricilla congestionada fue a dar al cuello de Jimin. Allí donde el delicioso aroma a mandarinas y caramelo del omega se esparcía en su mayor esplendor.

—No te he tomado, no de esa forma...

Murmuró mordiéndose los labios en un pobre intento para resistirse ante la tentación de besar y marcar la sensible piel. El de cabello gris intentó zafarse otra vez, consiguiendo que el agarre en su cintura se intensificara, así como el roce entre sus piernas.

—No he tomado a tu humano, y si tenía dudas respecto a lo que eres ya las desterré. Mi lobo reconoció al tuyo, por mucho que me odies o yo desee estrangularte por mentir sobre tu origen, ninguno de los dos puede escapar de este destino. Déjame estar así un poco más. Eres el único que ha podido calmar mi maldición.

Murmuró nuevamente antes de pasar una de sus manos a la espalda del de ojos verdes. Los dedos gélidos del alfa dibujaron la columna y el respigón trasero del más joven, deteniéndose allí. Jimin rechinó los dientes, porque no sabía ni qué pensar.

•Alma de Alfa•ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora