D-18

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La luna, la diosa adorada por todos los licántropos desde tiempos en que la supervivencia se imponía a lo que están dispuestos a callar dentro de una sociedad escalonada por castas. La luna, única testigo del trabajo de un sombra sobre los techos empinados de Tokio. Una sombra envuelta por el murmullo de una conspiración latiendo en sus entrañas.

Para echar abajo un castillo de arena la corriente suele no tener piedad. Ren tampoco tendría vestigios de ese sentimiento mientras sus pasos silenciosos le llevan al corazón del Skycryper.

Allí donde la opulencia del extinto clan Yamato se desdobla al empolvado estado de un depósito destinado a las armas y el adecentamiento de las otras áreas para disfrazar su verdadero cometido.

Allí donde un hilera de hombres monta guardia bajo el brazalete dorado del dragón oscuro, Ren se pregunta si no será demasiado fácil.

Sus habilidades para crear diversiones de agua parecen haberse magnificado desde que la primera masacre previa a la concreción de la teoría del eclipse tuviera lugar. Tiene órdenes explícitas de sacar a Yoshinori de aquellos reinos y llevarlo ante Vante.

No puede calcular hasta dónde pueden moverse los engranajes de su retorcido plan por conseguir el favor del omega puro después de completado el proceso de ascensión, sin embargo, su instinto casi tironea de sus músculos para que escale las ventanas acristaladas que se pierden rumbo al mismo cielo de la ciudad.

No en balde el edificio lleva el nombre del rascacielos que lo rompe todo. Su avaricia acaba ganando la apuesta cuando las ventanas abiertas al susurro de la noche parecen conspirar para que la misma luna que ha adorado desde que es consciente de sí mismo acaricie la piel desnuda y brillante de dos figuras que detesta.

No ha tenido la oportunidad de conocer al omega elegido más allá de la colección de fotografías en la sala de los científicos que Vante ha coleccionado en los últimos años.

Siguiendo cada paso de un niño de mejillas regordetas y ojos color esmeralda, marcando puntos rojos y anotaciones en papel adhesivo sobre sus progresos ante situaciones extremas: el abandono de sus padres biológicos, el hecho de presentarse omega, las peleas infantiles cerca del puerto de Busan, la deuda de sus padres adoptivos, la entrada a la universidad o al mismo cuadrilátero oscuro que inevitablemente marcaría su vida.

Una recopilación completa de la vida de Park Jimin hasta encontrar a Min Yoon Gi en la bifurcación de su destino. A pesar de este conocimiento, para Ren le sigue sonando extraño que aquel cuerpo fibroso y hasta cierto punto frágil pueda contener algo tan condiciable.

No cree mucho en esas historias destinadas a aterrorizar a los cachorros hasta que un movimiento imperceptible le indica que es hora de dejar a un lado su insana curiosidad y desplegar el mal donde es necesario.

Ya tendrá el tiempo suficiente para enfrentar su pasado y la deuda que Min Yoon Gi no ha saldado para con su persona.

Segundos después, cuando el reflejo de la luna en los ventanales vuelve a ser legítimo, los ojos color púrpura de cierto alfa se deciden por comprobar la soledad en la habitación.

Los esfuerzos de las últimas horas lejos de menguar su vitalidad solo parecen haberle inyectado con una nueva energía que no es capaz de reconocer como propia. El grácil cuerpo enredado entre sus brazos exhala aquel delicioso efluvio donde su esencia también se mezcla.

El aroma de Jimin ha vuelto a cambiar, además de los tintes cítricos de las mandarinas y el especiado matiz de las agujas de pino que puede reconocer en sí mismo, la frescura de un amanecer cubierto de rocío lo hace pensar en tumbarse sobre el césped de su jardín privado mientras le peina los cabellos al omega que descansa la cabeza contra su pecho.

•Alma de Alfa•ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora