•Alma de Alfa•ym

D-22

OST: The Last by AgustD 

"Aún detrás de esta máscara que me he obligado a usar, sigo latiendo en busca de tu corazón ¿Estarías dispuesto a quererme, cuando solo tengo cicatrices?"

🐾ALMA DE ALFA🐾

Las vigas del Skycryper rechinaban cual cadenas herrumbrosas mientras la bruma de polvo y destrucción que había provocado la detonación se camuflajeaba con el temblor de tierra que sacudía Tokio en esos instantes.

Del selecto grupo que se había entrevistado con Min Yoon Gi y sus colaboradores solo quedaban grotescas manchas de sangre para justificar que algún día fueron vidas o siquiera algo de humanos.

El fuego crepitaba detrás de algunos cables que a ras de la pared sobre la cabeza del Rey del Bajo Mundo sobresalían cual lenguas incandescentes.

"Yoonie… Yoonie… ¿no vas a venir? Todos te estamos esperando. Hermano…"

¿Hermano? ¿Mi Soo?

No, no podía estar teniendo un sueño tan ridículo cuando el olor a gasolina le quemaba los pulmones. Ese bastardo de Hoseok era un genio. Desde que Jimin había tenido la visión del ataque, al alfa más desconfiado del rubro solo le había tomado un minuto atar los cabos sueltos y asegurarse el cambio por el que había aguardado con meses de anticipación.

Lucien ya estaba en el juego, enmascararía la mercancía que le habían pedido seleccionar mientras se preparaba para asegurar que esos malditos que le miraban por encima del hombro fueran purgados de una vez y por todas.

Para él no habían lados más allá de sí mismo, en otro tiempo se habría reído como un desquiciado al saber que Jaehyung lo utilizaba como un recipiente más de sus experimentos. Yoongi fingía ignorancia cuando el control siempre había estado arañando la punta de sus dedos.

Preferir que Hoseok trabajara a dos bandas, reforzar sus lazos con Jimin para conseguir la cura que necesitaba Jin al final de su embarazo, velar por los cachorros a su cargo, eso estaba por encima de cualquier descabellado pacto con el demonio o el señor de la muerte.

De hecho, le traería sin cuidado lo que Vante y sus secuaces hicieran con el mundo de las castas si eso no afectara directamente a la razón por la cual todos sus muros se estaban convirtiendo en escombros en los últimos tiempos.

Ya ni siquiera podía decir que se trataba de su lobo o de su recién descubierto shifter. Por primera vez en su existencia experimentaba lo que era el miedo a perder una persona.

Por primera vez en su existencia accidentada y llena de errores, la sonrisa ajena le sabía a música celestial y no iba a ser tan tonto como para desperdiciarlo.

Levantándose con mucho esfuerzo logró reparar en la abertura que había dejado la viga que otrora mantuviera firme el techo sobre la cabeza de sus invitados.

Un ligero mareo casi lo hizo irse de bruces contra el rostro cetrino de otro cadáver antes de escuchar otra vez aquella voz.

"Yoonie… por qué eres tan cruel."

Yoongi meneó la cabeza. Sabía que Vante estaba allí, escondido entre las sombras, como la alimaña que parecía ser, distorcionando su mente con recuerdos que ya había dejado partir. La imagen de una mujer con ropas sucias y ajadas mientras sostenía a una pequeña en brazos volvió a sacudirlo.

"Soy tu madre… ¿Acaso eso no es suficiente para que me perdones?"

El tañido de una segunda voz se unió a los lloriqueos que asociaba a su hermana pequeña. Yoongi desplegó una de sus garras para lastimarse a sí mismo. El dolor atravesó la pierna donde había fijado el zarpazo. El dolor siempre le ayudaba a recordar su lugar.