ꔫ: ❝El despiadado rey Hwang Hyunjin tuvo un gran acto de bondad, uno realmente difícil de adjudicar a un tipo como él. Nadie jamás en el reino de Gorse se hubiera imaginado que el rey ayudaría a un omega malherido que encontró en el bosque, sin emb...
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Yongbok jugó con los cabellos negros del rey conforme profundizaba el beso.
Era confuso, pero desde que se había casado con el rey de Gorse su vida se había vuelto una montaña rusa.
Cuando el aire les faltó, tuvieron que separarse, pero solo por dos segundos, porque el joven se abrazó al alfa con fuerza, dejando su cabeza sobre su pecho.
– Hyun...
– Cállate ya – Yongbok soltó una risilla.
– Te amo – Susurró – Y mucho.
El pelinegro no dijo nada, porque realmente no tenía nada que decir, su cabeza era un completo caos. Posó sus manos encima del cuerpo del omega y se relajó.
Listo para dormir.
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La recuperación del rey fue relativamente rápida, Yongbok estaba seguro que si no hubiera ido a montar ya se abría recuperado.
Después de cinco días, Hyunjin pudo levantarse de la cama y continuar con sus actividades cotidianas, con la condición de que dejara que Yongbok lo cuidara por la noche, cambiando el vendaje y limpiando la herida.
Hyunjin comenzaba acostumbrarse a dormir con el omega encima suyo, era como un koala bebé, una vez que llegaba la noche se recostaba sobre su pecho. El rey no se quejaba, su lobo revoloteaba de felicidad con ese simple acto.
Pero ahora que el rey estaba completamente recuperado, Yongbok ya no tenía excusa para dormir con él y dudaba que el mismo rey se lo pidiera.
– La cena esta lista, lo hice yo mismo – Sonrió amable dejando el plato frente al alfa – ¿Qué tal? Es mejor que ese pan duro que siempre comes.
– Como sea – Se limitó a contestar, realmente estaba conteniendo las ganas de devorar el plato de un solo bocado.
Lee frunció los labios y se sentó de igual manera.
– Dile a ese alfa... – Yongbok lo miró enseguida – Que deje de ser tan imbécil, no lo voy a correr de aquí – El omega sonrió feliz, irradiaba felicidad – No tiene que esconderse de mí.
– ¡Muchas gracias! – Gritó – Se lo diré ahora mismo.
– Después de cenar – Siseó sin mirarlo, Yongbok lo miró sin borrar su sonrisa.
– ¿Por qué cambiaste de opinión?
– Cállate – El omega simuló un cierre en sus labios y volvió a su cena, aunque sin borrar su bonita sonrisa.
Continúo comiendo hasta que termino, la servidumbre llego para recoger los platos y el momento más esperado por el más pequeño llegó. La hora de dormir.
Hyunjin se levantó y sin decir nada se marchó.
Yongbok se quedó sentadito en su silla, sin hablar ni emitir ni un sonido. Después de varios segundos rió amargamente.
