13 | Verdad

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Sintió un dolor terrible en su espalda baja, lentamente abrió los ojos, sorprendiéndose al instante al ver a su  omega con la cabeza recostada sobre su estómago

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Sintió un dolor terrible en su espalda baja, lentamente abrió los ojos, sorprendiéndose al instante al ver a su  omega con la cabeza recostada sobre su estómago. 

Se movió lentamente, logrando despertar a Yongbok.

– Hola, buenos días – Saludó casi en un susurro, su voz sonaba mas apacible de lo normal – ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo de agua?

El rey lo ignoró, trato de tocar la herida de su cadera, pero su esposo se lo impidió.

– Te vas a lastimar – Con cuidado acomodó la almohada del alfa – Te traeré algo de agua, ayer solo comiste tu desayuno – Sonrió tranquilo mientras se levantaba.

– Yongbok – El omega volteó a verlo rápidamente – ¿Qué haces aquí?

– ¿No lo recuerdas? – Hyunjin negó lentamente mientras intentaba sentarse en la cama – Alguien disparó una flecha y...

– ¿Quién? – Pregunto molesto, poco a poco recuperaba el volumen de su voz.

– No importa, Hyunjin – suspiro – Lo importante es que estás vivo, no había muchas esperanzas. Iré a traerte algo de agua.

El rey permaneció en silencio, tratando de hacer memoria.

– Yongbok – Volvió a llamar, el omega volteo enseguida.

– Dime.

– No salgas del castillo – El omega sonrió lentamente.

– Iré por algo de tomar y de comer, le pediré al doctor que te revise otra vez – Hyunjin lo dejó marcharse.

Ahora lo recordaba.

Recordaba haber visto una rebajada de viento arriba del castillo, después solo le entro la necesidad de correr hacia el lugar donde esa flecha terminaría impactando.

Hacia Yongbok, su omega chillón

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Va a estar bien, solo necesita unos días de reposo y nada de salir a montar – Yongbok asintió sin soltar la mano del alfa, quién extrañamente no se había negado al tacto – Si nos necesitan vendremos de inmediato.

– Muchas gracias doctor, ya encargué a un peón, que los dirijirá hasta su hogar.

– Muchas gracias – Sonrió, para después salir de la habitación.

Yongbok miró al alfa enseguida, tomó la charola de la cómoda y la acomodo en sus piernas.

– Ya oíste al doctor, por unos días te quedaras aquí en tu cama – Tomó algo de sopa (preparada por el mismo) y la llevó hasta el alfa – Come.

– No tengo hambre – Yongbok frunció el ceño – Vete de aquí.

– Tienes que comer, estas muy débil – negó – Deberías dejar de comer solo pan, te volverás un pato.

NARCISO » ᴴʸᵘⁿˡⁱˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora