Capítulo 12

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El equipo 7, se preparaba para su primera gran misión fuera de Konoha. La tarea parecía simple: escoltar al constructor de puentes Tazuna al País de las Olas. Sin embargo, lo que comenzó como una misión de bajo riesgo rápidamente se convirtió en una lucha por la supervivencia.

Ko, con su experiencia y habilidades avanzadas de Byakugan, detectó una emboscada antes de que ocurriera.

— Prepárense, —advirtió en voz baja— no estamos solos.

La emboscada fue inesperada, pero el equipo 7 estaba preparado. Ko Hyuga, con su Byakugan activado, era el primero en reaccionar. Sus ojos penetrantes no solo veían a través de los árboles, sino también a través de las intenciones de sus enemigos.

— Ataquen con cautela —instruyó a sus pupilos.

Naruto, con su energía característica, creó una multitud de clones de sombra, cada uno cargando con explosivos de papel.

— ¡Vamos a darles un espectáculo! —gritó, mientras sus clones se dispersaban en todas direcciones, creando caos y confusión entre las filas enemigas.

Sasuke, siempre calculador, esperó el momento oportuno. Su Sharingan le permitía prever los movimientos de los adversarios, y con una serie de shurikens infundidos con chakra, incapacitó a varios de ellos desde la distancia.

— No bajen la guardia —advirtió, manteniendo su enfoque.

Hinata, aunque más reservada, era una fuerza para tener en cuenta. Su estilo de lucha, el Jūken, le permitía atacar los puntos de chakra de sus oponentes con precisión quirúrgica.

— Estoy lista —dijo con voz firme, y se movió con gracia entre los enemigos, cada golpe debilitando su capacidad para luchar.

Juntos, el equipo 7 era una tormenta perfecta. Naruto distraía, Sasuke atacaba a distancia y Hinata desmantelaba las defensas enemigas. Ko, desde su posición estratégica, dirigía cada movimiento como un maestro de orquesta.

El clímax de la batalla llegó cuando un ninja enemigo, más fuerte que el resto, logró acercarse a Tazuna. En un instante, Ko estaba allí, interponiéndose entre el atacante y su objetivo. Con una serie de golpes rápidos y precisos, Ko demostró por qué era el líder del equipo 7, neutralizando al enemigo con una técnica de Jūken que dejó a todos en asombro.

La batalla terminó tan rápido como comenzó. Los ninjas renegados, derrotados, se retiraron. El equipo 7, sin un rasguño, se agrupó alrededor de Tazuna.

— Este es solo el comienzo —dijo Ko, mirando a sus estudiantes con aprobación—. Han luchado bien, pero recuerden que la misión aún no termina.

Ko remaba tranquilamente cuando Tazuna, con una expresión grave, decidió revelar la verdad que pesaba sobre sus hombros.

— Debo confesarles algo —comenzó, su voz apenas un murmullo sobre el murmullo del viento—. Los atacantes... no eran simples bandidos. Eran ninjas, enviados para asesinarme.

Naruto frunció el ceño, la sorpresa y la indignación marcadas en su rostro juvenil.

— ¿Por qué alguien querría matarte? —preguntó, incapaz de ocultar el desconcierto en su voz.

—Es por el puente que estás construyendo, ¿no es así? —dijo suavemente Hinata.

El constructor de puentes asintió solemnemente.

— Sí, ese puente representa la esperanza de la Tierra de las Olas. Pero hay fuerzas que desean mantenernos bajo su yugo.

Ko Hyuga, cuya presencia hasta ahora había sido tan silenciosa como su vigilancia, habló con una autoridad que resonó con la promesa de protección.

— No importa quién sea el enemigo, lo protegeremos —Miro un momento a los chunin bajo su tutela y sonrió—. Escuchen he aceptado esta misión, porque soy consciente de cada una de las habilidades que manejan individualmente, así como su gran trabajo de equipo. Esta misión será examen de evaluación, estaré observándolos en todo momento. Así que Naruto dará las ordenes esta vez.

— ¿Yo? Bien... Este Hinata, mantén tu Byakugan activo. Y Sasuke, hay que mantenernos alerta.

Sasuke, siempre sereno, asintió con una determinación que reflejaba la profundidad de su compromiso.

— Entendido. Pero si el dobe falla tomaré el liderazgo de inmediato.

El grupo continuó su camino, cada paso marcado por la tensión de lo desconocido. Hinata, con sus ojos blancos y penetrantes, servía como centinela, su Byakugan desentrañando las sombras del bosque.

Cuando la emboscada llegó, fue Hinata quien dio la alarma, su voz clara y firme a pesar del peligro inminente.

— Detecto más enemigos, acercándose desde el norte. 

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⏰ Última actualización: Mar 25 ⏰

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