El nieto del Santo Emperador es un Nigromante.

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Capítulo 46: 029. El Príncipe Imperial se va a casa -3 (Segunda parte)

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Los Paladines habían establecido un cordón alrededor de la escena del crimen.

La gente del mercado se reunió y susurró entre sí.

"¿Es otro asesinato?"

"¿No sucedió algo como esto la última vez también?"

"Me pregunto qué están haciendo los patrulleros estos días..."

Observe su comportamiento mientras estaba sentado dentro de mi carruaje. El vehículo pronto se puso en marcha.

"Por favor, no se preocupe, alteza. Los Paladines seguramente llegarán al fondo de esto y tratarán el asunto de manera apropiada", dijo Harman mientras me miraba con una expresión de preocupación en su rostro. "Parecía estar muy sorprendida por lo que sucedió, su alteza".

Moví la cabeza después de escuchar eso. Un par de ojos profundamente hundidos reflejados en el espejo montado en la puerta del carruaje me devolvieron la mirada.

¿Choque? Sí, eso sonó bien. De hecho, bastante grande. Sin embargo, no fue porque fui testigo de la escena de un asesinato.

Ya me he topado con cientos, sin mencionar eso, miles de zombies antes. Y no lo olvides, incluso le volé la cabeza a un vampiro. Todo gracias a las características de mi clase como Nigromante, mis nervios eran bastante duros.

Si quisieras saber qué me ha estado molestando...

Sostuve mi cabeza con desesperación. "...Ya puedo ver mucho trabajo duro por delante, eso es".

"¿...?"

Charlotte sentada a mi lado formando una expresión de perplejidad.

Mientras tanto, el carruaje finalmente llegó al palacio imperial.

Las impresionantes puertas de entrada del palacio se abrieron y entramos sin problemas.

Innumerables doncellas y sirvientes habían creado un par de largas filas con la cabeza profundamente inclinada.

Después de que todos salimos del carruaje, Harman habló con una persona que parecía ser el chambelán. "Su alteza el Príncipe Imperial está fatigado por el largo viaje. Por favor, guíelo a sus habitaciones mientras yo hablo personalmente con Su Majestad y..."

Después de esa breve charla, a Charlotte se le asignó rápidamente una habitación separada para que descansara. En cuanto a Harman, parecía haber ido a hablar con el Santo Emperador.

En cuanto a mí, a mí también me guiaron a la habitación en la que me alojaría a partir de ahora.

Mientras mis pies caminaban por los relucientes pasillos de este impresionante palacio imperial, mi mente todavía estaba ocupada por todo tipo de pensamientos complicados que echaban raíces allí.

Uno, sobre la cabeza cortada y el cuerpo sin sangre que vi en el callejón. Dos, con respecto a la espesa energía demoníaca y el hedor repugnante que la acompañaba que olí antes.

De hecho, estaba bastante familiarizado con todos ellos. Después de todo, olí algo similar en Ronia. El hedor pertenecía a una existencia que trascendía a los no muertos normales.

Un vampiro, en otras palabras.

Un hedor muy similar al de ese vampiro flotaba en la capital del Imperio Teocrático.

"Estoy tan arruinado. ¡Realmente, en serio, definitivamente jodido!

¡Mierda! ¡Pensar que los vampiros podrían existir incluso en la capital del poderoso Imperio Teocrático, una ciudad donde la estatua de Gaia era tan alta e imponente!