El nieto del Santo Emperador es un Nigromante.

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Capítulo 330: 173. Los preparativos para el futuro -3 (Segunda parte)

Belrog se puso tan nervioso que levantó la cabeza.

Los ojos brillantes del Santo Rey bajo el yelmo de calavera estaban firmemente fijos en el enano incluso entonces. "¿Seguramente alguien como tú puede hacerlo?"

"Es, es imposible..."

"No, es posible".

El Santo Rey estaba seguro de ello. En la [Previsión] de Seran, él había estado empuñando una lanza. No solo eso, la versión del Santo Emperador del futuro Allen estaba usando el [Relámpago] de Kelt, que era el poder que el anciano activaba a través de su martillo de guerra.

Además de eso, Allen no estaba usando ni el bastón de Amon ni el grimorio en la visión. Debe haber habido una razón por la que no los usaba o no podía usarlos.

Todas esas cosas seguramente sucederían en el futuro. Como tal, la elaboración de la lanza definitivamente sería un éxito.

"Te lo pregunto de nuevo. ¿Podrás tener éxito?

La boca de Belrog se cerró con fuerza cuando el Santo Rey volvió a preguntar. El enano se quedó mirando las armas sin decir palabra, y una hebra de sudor frío le corría por la cara.

Innumerables pensamientos entraron y salieron de su cabeza en ese momento. "S... sí, Su Majestad. Debería ser posible".

"¿Cuánto tiempo necesitarás?"

"Estimo que alrededor de cuatro años, señor".

"Eso es más de lo que pensaba".

"No tomará mucho tiempo completar la lanza, pero..." Belrog inclinó la cabeza mientras respondía. "... Tomará bastante tiempo convencer primero a un conocido mío, señor. Sin embargo, puedes dejármelo a mí".

"Muy bien. En el momento en que se haya completado la lanza, envíela al Ducado de Ariana en el Reino de Frants".

"Como usted ordene, señor. Ese conocido del que le hablé también se queda cerca de Frants, así que... estoy seguro de que no debería ser tan difícil, Su Majestad".

El Santo Rey no tenía prisa.

La Previsión vino de los propios dioses y, como tal, debe haber habido una razón para que Seran fuera testigo de ella. Además, definitivamente era una ventaja saber qué sucedería realmente en el futuro.

El Santo Rey luego miró a Harman. "Paladín Harman".

"Espero su orden, señor", respondió Harman, pero un cubo de sudor frío todavía le corría por la cara.

"En el noroeste, más específicamente en el Ducado de Ariana en el Reino de Frants. Ahí es donde se puede encontrar la cantera que has estado buscando".

Harman se estremeció sorprendido y miró al Santo Rey.

"Debo disculparme contigo de antemano, pero durante los próximos cinco años quiero que te quedes allí. Serás enviado allí como aprendiz paladín encubierto. Tu función es informarme en detalle de cada pequeño detalle que suceda allí".

"...Como usted ordene, señor".

El Santo Rey, Allen Olfolse, golpeó sin decir palabra el reposabrazos del trono con los dedos.

Con esto, las "condiciones" se cumplieron hasta cierto punto. Ahora sólo quedaba una cosa en la lista de cosas por hacer: esperar.

De hecho, la tarea restante era fortalecer sus fuerzas y esperar pacientemente el momento oportuno.