El nieto del Santo Emperador es un Nigromante.

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Capítulo 285: 150. Entrena como si fuera el verdadero negocio -3 (Primera parte)

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Hace tres semanas, dentro de la biblioteca del Palacio Imperial...

Como siempre, Alice estaba en la biblioteca, estudiando magia.

Por las mañanas, se concentraba en entrenar su cuerpo físico, mientras que durante la hora del almuerzo investigaba sobre magia. Por las tardes, hacía entrenamiento de imágenes, mientras que por las tardes las ocupaba en ejercicios de combate cuerpo a cuerpo. Siguió otra ronda de estudio de magia, que duró hasta altas horas de la madrugada antes de irse a la cama.

Tampoco se olvidó de participar en sus sesiones de oración y de aprender más sobre los deberes de una dama de honor durante su apretada agenda. Todo este proceso era como solía transcurrir su vida diaria.

Para ella, éste era un patrón diario normal y pacífico. Desafortunadamente, últimamente alguien estaba perturbando su cómoda rutina diaria.

"Eh-uf... Lady Alice. ¿Lady Alice?

El suspiro fue tan prolongado y pesado que podría hundirse en la tierra. Resultó difícil para ella ignorarlo.

Alice no pudo dejarlo sin respuesta, así que dejó el libro que estaba leyendo y desvió la mirada hacia su costado. "¿Qué pasa, Lord Hans?"

Cuando ella habló suavemente, Hans plantó su frente en el escritorio y respondió: "Me dijo que inventara una nueva arma, señora. ¡Un nuevo tipo de arma! ¡¿Cómo es que aún tiene sentido?! En serio, ahora sólo puedes sobrecargar a alguien hasta cierto punto, ¿sabes? ¿Cómo se supone que voy a saber qué es un cañón? Claro, hay algún tipo de registro antiguo de alguien que lo inventó en el pasado distante, pero supuestamente posee docenas, mejor dicho, ¡cien veces la potencia de fuego de un mosquete! ¡¿Cómo tiene eso algún sentido?!

Alice sólo pudo sonreír torpemente ante eso. Se sentía como si escuchara exactamente la misma queja proveniente de él docenas de veces al día desde hacía un tiempo.

"Dijo que recibiría una gran bonificación si tenía éxito en esta tarea, pero ¡vaya! Si estaba hablando de montones de dinero en efectivo, yo ya estoy sentado sobre ellos después de unirme a las filas de la Familia Imperial. Ya no estoy tan obsesionado con ganar dinero como antes, ¿sabes? Hans continuó refunfuñando y expresando su descontento.

"Oh, ¿entonces quieres estar desempleado?"

Hans se estremeció ante la repentina voz.

Allen abrió la puerta de la biblioteca y entró, lo que provocó que Hans fingiera reírse para ocultar su incomodidad. "¡Por ​​supuesto que no, señor! Simplemente estaba bromeando, Su Alteza. No, espera un minuto. Ahora es Su Majestad, ¿no es así, señor? En cualquier caso, sabes que simplemente estaba jo..."

Antes de que Hans pudiera terminar, Allen golpeó con fuerza su puño contra la parte superior de la cabeza del Alquimista.

Alice observó al dúo y por dentro suspiró aliviada. Ahora que Allen estaba aquí, seguramente Hans saldría de la biblioteca. Lo que significa que ahora debería poder concentrarse en sus estudios.

"¿Oye, Alicia?" Alice miró a Allen cuando él gritó su nombre. Había una sonrisa algo traviesa en su rostro. "Necesito tu ayuda."

"¿Le ruego me disculpe?"

"Me estaba preparando para un entrenamiento simple de realidad simulada, pero se volvió un poco difícil, ¿sabes?"

"¿...?"