El nieto del Santo Emperador es un Nigromante.

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Capítulo 300: 158. Otro rey más -1 (Segunda parte)

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Pasaron cinco días después de que nos ocupamos de Durán y su pandilla.

Bajo el mando de Tina, los Nigromantes rápidamente actuaron. Absorbieron fuerza vital de varios animales, no humanos sino animales reales, y convocaron esqueletos para comenzar inmediatamente a trabajar en la reconstrucción del palacio real de la manera más rápida y eficiente posible.

"¡Estos hombres se atrevieron a rebelarse contra nuestra Reina Tina!"

Los supervivientes de los señores feudales rebeldes fueron arrastrados a la plaza principal de la ciudad, antes de ser colocados en la guillotina.

"¡E-espera! ¡Sólo estábamos...!

"¡Solo estábamos escuchando a Rehton...!"

"¡Ejecútalos!"

La hoja de la guillotina cayó sin piedad y les cortó la cabeza. Los ciudadanos, furiosos, pateaban las cabezas cortadas o escupían a los cadáveres.

En cuanto a mí, estaba sentado en un trono construido apresuradamente ubicado en la destrozada sala de audiencias del palacio. Su pared todavía tenía un agujero enorme y en su interior soplaba una brisa bastante agradable.

Estaba recibiendo los informes sobre la situación actual de Aslan mientras disfrutaba del aire fresco. "Mmm. El castigo de la reina Tina, ¿es así...?

Claro, el golpe de estado fue iniciado por Rehton y los señores feudales, pero Tina tuvo "la culpa" por no haberlo evitado en primer lugar. Y ahora era mi trabajo decidir cuál sería su castigo.

Que la despojaran de su trono era obvia, pero aún necesitaba ser castigada aún más de alguna manera. Su culpa en este caso era bastante grande, pero ella era de la realeza de Aslan, por lo que eso debería contar favorablemente para ella.

"¿Qué tengo que hacer?"

Mientras estaba atrapado en el dilema tratando de decidir el castigo de Tina, pude echar un vistazo a la visión de Rahamma que compartían conmigo. Lo había convocado antes y actualmente estaba sentado en una de las raíces del Árbol del Mundo junto con Tina.

Mantenía solemnemente su silencio, aunque Tina, en su abrazo, estaba ocupada tejiendo algunas flores para crear una corona para decorar su calavera.

Había mucho aire incómodo flotando entre padre e hija, pero Tina parecía estar genuinamente feliz, así que decidí dejarlos juntos por un tiempo más.

"...Estoy cansado."

Invocar al rey Rahamma, incluso por un corto período de tiempo, agotó gran parte de mi divinidad. Tuve que sacudir la cabeza con fuerza ante el mareo que me invadía.

Luego invoqué cierto objeto desde la ventana de objetos, un brazalete de oro. Esta fue la preciada herramienta del primer Santo Emperador, Ordin Olfolse.

Las partes agrietadas ya estaban completamente reparadas. Me preguntaba si me sería posible usarlo de inmediato.

"Debería preguntarle a Hans sobre esto más tarde".

Podría terminar rompiéndolo nuevamente si lo uso descuidadamente de manera incorrecta.

Mientras pensaba en eso, la puerta de la sala de audiencias real se abrió con urgencia y Charlotte, con el rostro bastante pálido, corrió hacia mí. "Su Majestad-!"

Su voz me sorprendió y rápidamente la miré. Era muy raro verla tan nerviosa.

¿Podría ser que hubiera aprendido algo nuevo sobre el ejército de sangre que se suponía marchaba hacia la capital de Aslan?