✮𝘐𝘨𝘯𝘰𝘳𝘢𝘳 ✮

86 13 11
                                    

Después de enterarse de que Kizano le había todo este tiempo. Fue a buscarlo para poder hablar con el.

No era justo que le estuviera viendo la cara de tonto. Llegó al gimnasio, en donde se hacían normalmente más audiciones y prácticas del club, y se acercó al escenario, logrando llamar la atención de Kizano.

Este dejó de practicar, para bajarse del escenario. Dentro de su razonamiento lógico, Ayato lo estaba buscando, y no podía dejar a su amado esperando. Apenas bajo, Ayato lo tomó de la muñeca y lo sacó del gimnasio.

—¿Que ocurre, cariño?, debo practicar para mi fantástica obra, habla rápido—Dijo Kizano mientras se veía disgustado por la interrupción de Ayato.

—Si te besaste con alguien más—Dijo Ayato mientras se cruzaba de brazos—No soy tonto, te besaste con otro chico buscando un sustituto el año pasado para tu obra—Dijo Ayato para mostrarse enojado.

—Oh, pero que indignación. Esta bien, no me creas y ya—Dijo Kizano de la manera más dramática y ofendida posible—Al final, yo solamente se la verdad, pero eso si!, ¡No me busques ni me llames! —Dijo Kizano para entrar al gimnasio.

—Kizano, escúchame por favor—Ayato tenía más que decir, por lo que fue detrás de Kizano.

Kizano hacia caso omiso a el llamado de Ayato, y se subió al escenario para seguir con sus prácticas. Ayato se quedó abajo del escenario, mirando a su novio el cual solo le prestaba atención a la hermosa asistente que estaba en el escenario practicando con el.

Ayato se sentía tan pequeño al lado de Kizano.

Y eso no debía ser así. El debía sentirse feliz y seguro al lado de Ayato, confiado y tener mucha atención de el, de la misma en la Ayato le prestaba atención a el.

Ayato se fue triste del gimnasio, caminando a pasos cortos pero desganados mientras recordaba las palabras de su novio. el no quería que Kizano terminará diciéndole este tipo de cosas, el no quería iniciar una discusión, el solo quería que Kizano viera lo disgustado que estaba ante el tema y pudieran arreglarlo como una pajera.

Pero las señales eran obvias, y esas señales eran las que Ayato siempre evitaba, debido a su viejo y duro legado familiar.

El día paso en vano, aburrido y abrumado, para el joven azabache claro. Pero para el pelo morado, su vida iba sin remordimiento alguno, ya que seguía con las prácticas de su obra sin prestarle atención al daño que le había hecho a su relación.

No estaba de más saber que Ayato le mandaba mensajes a Kizano. El cual los dejaba en visto o aún peor, ni entraba a verlos. Por lo que eso tenía a Ayato mal, se sentía culpable de que ahora su novio estuviera enojado con el por eso, por lo que tendría que disculparse con el.

El día ya había finalizado, Ayato a pasos cortos y lentos se acercó a Kizano, solo para poder disculparse, pero sin embargo, nadie dejó que el lo hiciera, ¿Por qué?.

Es simple, Kizano no quería escuchar a Ayato y les dijo a sus kohais que le inventaran algo si el llegaba a ir a el club de drama. Por lo que ese día, Ayato no pudo hacer nada.

☀☀

Tres días después bastaron para que Ayato casi cayera en la locura de tanto ser ignorado por Kizano, durante esos tres días apenas podía verlo, ya que ni siquiera era capaz de hablarle por sus molestos kohais y tampoco Kizano contestaba sus mensajes.

Ayato se sentía mal, culpable. Si mejor se hubiera quedado callado, nada de esto estaría pasando, y es más, estarían aún más felices que antes si Ayato hubiera hecho oídos sordos a la situación. Hoy debía hacer algo, esos tres días que estuvo lejos de Kizano fueron los peores de su vida, y más cuando su corazón solía preguntarle por las noches cuando el chico de rizos morados iba a volver a dirigirle aunque sea un simple "hola".

Se preparó, y emprendió rumbo a la Academia en donde hablaría con su amado. El amaba tanto a Kizano que sería capaz de cualquier cosa solo para que el volviera a mirarlo solo a el...

Llegó temprano, lo más que pudo, y se quedó en la puerta del club de drama esperando a Kizano, el cual vio llegar a lo lejos. Ayato era un lío de nervios y ganas de salir corriendo, pero debía mantenerse bien para poder disculparse con Kizano.

Este llegó a la puerta, intentando ignorar a Ayato.

Kizano, kizanoDijo Ayato intentando llamar la atención del peli morado—Kizano por favor, hoy tengo algo bueno que decir—En ese momento, Kizano miro a Ayato intrigado.

Abrió el club, y le dio las llaves a uno de sus kohais.

Esperen adentro—Dijo Kizano, para tomar a Ayato del brazo y llevarlo lejos de ahí—¿Que es lo que tienes para decir?.

¡Lo siento!, perdóname... Tienes razón... Eres mi novio y debo hacerte más caso a ti, por que tu eres quien dice la verdad yo de verdad lo siento, te amo... —Dijo ayato, para atrapar a su novio en un abrazo.

Hasta que por fin de boca sale algo coherente—Dijo Kizano, para dejar un beso en la frente de Ayato—Para la próxima, acostúmbrate a hacerme caso a mi, y a nadie más...

~𝐕𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐭𝐨́𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨~[𝚊𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙺𝚒𝚗𝚊𝚣𝚘 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora