✮ 𝘼𝙜𝙧𝙚𝙙𝙞𝙧 "𝙟𝙪𝙜𝙖𝙣𝙙𝙤" ✮

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Ayato estaba en su casa después de lo que había pasado con Kizano. Se sentía mal consigo mismo por no defenderse, y más cuando era algo realmente delicado como manosear a alguien sin su permiso.

Se dio un baño, para intentar despejar sus pensamientos un poco. Pero aún se sentía mal consigo mismo, por lo que se vistió, y se fue a dormir.

🪫🪫

Ayato caminaba tranquilamente hacia la Academia, pero sólo. Se sentía tranquilo por ahora, pero sabia que en poco tiempo eso se iba a desmoronarse, ya que tenía que ver a su novio, Kizano.

En tan poco tiempo, la persona que más llegó a amar, se había vuelto su peor pesadilla. Una amenaza para su vida, pero no podría hacer nada. Kizano era de una clase superior a la de el, y aunque lo denunciará, los padres podrían darle un par de billetes y se olvidaría la situación por completo.

Al poner un pie adentro de la Academia, ya lo esperaba su peor pesadilla. Pero, a pesar de todo lo que le había hecho Kizano, Ayato aún AMABA a Kizano, lo amaba como nadie se lo imaginaba y si fuera por el le perdonaría todas y cada una de sus maldades e humillaciones, pero sabia que ya no podía hacerlo por que estaba pasándose de aquel límite.

Se cambió sus zapatos, para ir a su salón a dejar sus cosas. Tan pronto como lo hizo, la puerta se abrió, dejando ver a su novio. Ayato se encogió en su lugar, sintiendo los nervios recorrer todo su cuerpo y el miedo invadir su ser.

Cariño, cómo has amanecido hoy? —Dijo Kizano, mientras se acercaba a su novio.

B-bien... Que hay de ti amor? —Dijo Ayato, mientras que con movimientos lentos, se levantaba de su asiento para acercarse un poco, solo un poco, a Kizano.

Yo se maravilla, y más aún cuando te veo, te gusto tu nuevo teléfono? —Dijo Kizano, para tomar la mano de su novio y empezar a caminar para llevarlo al club de drama.

Ah... Si, si... Gracias... —Dijo Ayato por lo bajo, para bajar su cabeza y seguir con su camino.

🌹🌹

—Di, Ahh—Dijo Shoku, mientras tenía un pastelito en sus manos y tomaba las mejillas de Tsuruzo.

Ahh—Dijo Tsuruzo, abriendo la boca para que Shoku metiera aquel pedazo de pastelito en su boca.

Este mastico, degusto y finalmente, trago, para mirar a su lindo novio repostero y darle un beso.

Cada día me sorprendes más en la cocina, esta delicioso amor—Dijo Tsuruzo, para darle otro beso a Shoku.

Gracias amor, te amo, siempre cocinare para ti y es más, si me lo pides te haré postres a diario—Dijo Shoku, para volver a tomar otro pedazo de pastelito, y llevarlo a la boca de su novio.

Ellos estaban en su burbuja de amor, y en las puertas del club estaba Saki Miyu, junto con Amai Odayaka, las cuales veían a esa pareja con confusión.

Algo esta mal... —Dijo Amai, mientras veía a Saki.

Shoku no es así, hay que llegar al Fondo de este caso...

🪫🪫

Ayato y Kizano justamente tenían clases de educación física hoy juntos. Por lo que ambos yacían en el gimnasio, en donde se les daría la clase. Ayato estaba nervioso, se sentía tenso por las distintas moradas de Kizano, las cuales lo abrumaban de tal manera en la que se sentía asqueado de nuevo.

Kizano solo sabia mirar a Ayato, se sentía provocado por las pequeñas y poco notorias curvas de su pequeño novio. Inofensivo y tonto, era lo que pensaba el al ver a su novio con ese uniforme, el cual lo tenía hipnotizado, apareciendo en sus sueños en donde el deseo carnal era el principal protagonista.

Bueno, hagan un grupo para el siguiente juego—Dijo la profesora de educación física.

Obviamente, por Kizano, Ayato tuvo que hacer equipo con el. Después de un rato, por fin se había terminado la clase, y Ayato salió del gimnasio, junto con Kizano, el cual se había puesto celoso por una estupidez. Y es que, durante la clase, Ayato solo compartió miradas con Kuroko, el cual vigilaba que los estudiantes no estuvieran haciendo nada.

Lo siento... —Dijo Ayato en voz baja.

No te preocupes, ese no me llega ni a los talones—Dijo Kizano, para caminar tranquilamente—Pero no me gustó para nada—Dijo Kizano, para darle un golpe en el hombro a Ayato.

A este le dolió, pero intento reír ya que su novio estaba haciendo lo mismo. Por lo que, le devolvió el golpe, solo que esta vez más suave. Kizano lo miro como un juego, para darle de nuevo el golpe a Ayato, pero con más fuerza, ocasionando un fuerte dolor en el, soltando un quejido.

¿Que pasó?, Estamos jugando, no es así? —Dijo Kizano, para darle otros tres golpes más a Ayato en el mismo lugar.

Basta Kizano! —Dijo Ayato, para agarrar su brazo y mirar a Kizano con miedo.

Solo estamos jugando, no se que te pasa, camina—Dijo Kizano, para agarrar el mismo brazo lastimado de Ayato y llevarlo hasta los vestidores.

A Ayato le dolía ese brazo, mucho, y más con la presión que ejercía Kizano era aún peor. Hasta que llegaron a los vestidores, y Ayato fue a tomar una ducha, para mirar su brazo, el cual estaba lleno de moretones.

Te amo... Pero me haces daño...

~𝐕𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐭𝐨́𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨~[𝚊𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙺𝚒𝚗𝚊𝚣𝚘 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora