✮ 𝙀𝙢𝙥𝙪𝙟𝙖𝙧 ✮

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Hoy se había anunciado a un nuevo estudiante dentro de la Academia. Ese estudiante era Haru Itoh. Era una mujer, pero vestía uniforme de hombre y su cabello era corto, le tapaba los ojos y su voz era muy femenina por así decirlo, por lo que sería fácil sentirse confundido ante la presencia de tal chico o chica, como lo quisieran interpretar.

Caminaba por los pasillos cabizbajo, hasta el Salón que le había indicado. Recién venía entrando Kizano, el cual al mirarlo, hizo una mueca de disgusto.

¿Que me miras? —Dijo Haru, para poner su mochila en un asiento vacío.

¿Quien dijo que podías dirigirme la palabra así de simple plebeyo? —Dijo Kizano, mientras se acomodaba su capa.

Habla bien idiota, no estamos en una novela—Dijo Haru, mientras se levantaba para irse del lugar.

Ush, que asco con los plebeyos—Dijo Kizano en voz baja, pero Haru logró escuchar.

¿Que me dijiste? —Dijo Haru para acercarse a Kizano, y quedar al frente de el.

Kizano se quedó callado, y Haru ante el insoportable comportamiento del dramático, lo agarro del cuello de su camisa, y me dio un puñetazo en su mejilla.

A ver si te ubicas—Dijo Haru, para soltar a Kizano e irse del Salón.

🌹🌹🌹

Tsuruzo estaba junto a Shoku, ese día decidieron no ir a la Academia ya que no tenían muchas ganas de asistir, por lo que Shoku se quedó en la casa de Tsuruzo, el cual tenía casa sola desde hace un mes ya que sus padres fueron a un viaje de tres meses lejos de ahí.

Pueden imaginar lo que pasó entre ellos dos, eran de esperarse que ellos tuvieron sexo estando solos. Y por esa razón, no quisieron ir a la Academia el día de hoy. Shoku se sentía un boicot adolorido, y Tsuruzo era el hombre más feliz por haber tenido al amor de su vida solo para el, teniendo todo su cuerpo para explorar y probar a su gusto.

Shoku abrazo a Tsuruzo, el cual estaba haciendo el desayunó. Se volteo, para mirar así a su novio, y darle un beso. Si, lo consiguió a la fuerza, pero lo consiguió y ahora ese chico era suyo, solo suyo y de nadie que se atreviera a meterse entre ellos dos. Chojo le dijo, que cada tres meses tendría que hacer el mismo conjuro para que el amarre no se fuera desvaneciendo poco a poco, y el amor se sintiera tan intenso como la primera vez.

Te amo—Dijo Shoku, para darle otro beso a su lindo novio.

Yo más mi Rosa preciosa—Dijo Tsuruzo, para abrazar a Shoku y apretarlo,sintiéndose especial ante la risa del castaño—Eres el mejor novio de todos... Gracias por entregarte a mi esta noche, lo voy a valorar como no te imaginas—Dijo Tsuruzo, para separarse un momento de Shoku, para servir el desayuno el cual hizo con mucho amor para el y para su novio.

Fue mi primera vez—Dijo Shoku mientras sus mejillas se pintaban de un hermoso color carmesí—Pero lo mejor, fue que lo hice contigo—Dijo Shoku, para dejar un beso en la mejilla de su novio.

Definitivamente, Tsuruzo se sentía realmente feliz por haber hecho algo malo, y fue forzar ese amor.

Nunca hagan amarres en la vida real por favor, esto es sólo ficción, y recuerda que pronto llegará una persona que te dará todo el amor que necesitas sin tener que cometer estos actos riesgosos.

🪫

Ayato estaba con Kizano en la enfermería, mientras a este le curaban su nariz la cual estaba sangrando. A Kizano le había quedado de lección no meterse con Haru, pero lo bueno es que esta vez, no iba a armar un drama porque solo fue una herida superficial, la cual no afectó ni su cara, ni nada.

Ese plebeyo, como se atreve a ponerme un dedo encima! —Dijo Kizano mirando por el pequeño espejo su nariz la cual tenía Roja y con una curita—Por suerte a partir de mañana estaré mucho mejor para mi obra que se acerca, que de hecho, me imagino que tu has practicado bastante, no es así? —Esa pregunta dejó atónito a Ayato.

Carajo, se le había olvidado practicar debido a los muchos problemas que había tenido estas últimas semanas con su novio.

Si, claro que si—Dijo Ayato, intentando calmar su miedo el cual crecía dentro de el cada vez más.

Kizano solo sonrió, para salir con Ayato de la enfermería. Ellos cambian hacia el gimnasio, en donde Kizano iba a practicar para su obra y quería hacerlo junto a Ayato, por que quería recitarle unas palabras que había escrito para el, o al menos lo había intentado.

Kizano... —Hablo Ayato, el cual se veía asustado.

¿Que sucede? —Preguntó Kizano ante el repentino cambio de su novio.

Mejor vamos por ese pasillo, así podemos dar una vuelta y así podemos estar más tiempo juntos caminando, no crees? —Dijo Ayato, el cual intentaba jalar a Kizano, ya que a lo mejor, venía Kuroko.

Kizano sin querer término viéndolo, y miro a Ayato. El cual se veía enojado, y se soltó de su agarre, para mirar a Ayato con rabia.

¡Siempre echas a perder todo!, ¡¿Acaso me tienes miedo?!, ¡Pues que bien!, ¡Vete con tu maldito estúpido del Consejo! —Dijo Kizano, para tomar a Ayato de los brazos.

En ese momento, lo agarro y lo empujó. Ayato no la vio venir, por lo que cayó al piso, y Kizano siguió su camino por el otro pasillo. Kuroko al ver eso, se acercó corriendo a Ayato, el cual yacía en el piso llorando.

Ayato...

—¡Alejate! —Le grito Ayato a Kuroko—¡Vete!, ¡Dejame en paz!, ¡No me toques! —Dijo Ayato, intentando cubrirse con sus delgados brazos de Kuroko, al cual había confundido con la figura de Kizano.

Ayato, soy yo, Kuroko—Dijo Kuroko, para arrodillarse al frente de Ayato, y mirarlo en esa situación tan deplorable en la que estaba.

Y todo, por culpa de la persona que debía cuidarlo más que nada, Kizano.

~𝐕𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐭𝐨́𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨~[𝚊𝚢𝚊𝚝𝚘 𝚡 𝙺𝚒𝚗𝚊𝚣𝚘 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora