TERCER ACTO: HUESOS Y CARNE. (3.1)

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TERCER ACTO: HUESOS Y CARNE.

—He recordado ese momento no sé cuántas veces. Y te juro que habría preferido que me mataran ahí mismo. He vuelto a sentir el terror, pero, sobre todo, la humillación. Ahora estoy seguro de que la muerte no existe para el que muere. Es la nada, el vacío. Algo que no se puede quedar contigo, que no puede acompañarte cuando comes, cuando estás con una mujer, cuando te sientes feliz o cuando tienes pena. En cambio, la humillación de esa noche me ha acompañado siempre. En todos mis momentos, alegre o triste, feliz o infeliz, ha estado ahí para hacerme recordar que hubo un instante en que no valí nada, en que fui menos que nada. Que todo aquello que creí ser, que creí sentir, todo aquello en lo que creía, se había esfumado, y yo solo era un montón de huesos y carne con el que otros podían hacer lo que quisieran.

(PERSEGUIDOS / ÁLVARO BRIONES)

3.1

Al día siguiente, Nezumi trató de cortar la tensión que habían dejado los sucesos anteriores. Fue a la oficina de Ash y lo interrogó respecto a qué habían hecho con todos los cuerpos resultantes de la noche anterior. El rubio respondió sin muchos detalles, sin mirarlo, prestando más atención a los documentos en su escritorio, y podía apreciarse su descontento a cien kilómetros de distancia. Nezumi no se burló de él para ridiculizar sus sentimientos, como lo hubiese hecho en otra ocasión. Tampoco se molestó ni le exigió un cambio de actitud, pues a decir verdad podía comprender qué era lo que le aquejaba, y estaba en todo su derecho. Lo había rechazado tantas veces antes, y la noche anterior había sido el colmo, la gota que derramó el vaso.

El huidizo ratón decidió que lo mejor era darle su espacio.

Por otra parte, Ash puso manos a la obra para descubrir quién era aquel Shion que tanto había mortificado a Nezumi.

Tenía por fin la pieza faltante que le abriría las puertas a indagar en la vida de aquella figura que le representaba tanto misterio. Shorter, con la gran red de información de los chinos, usando sólo el nombre, al cabo de unos días pudo llegar al rastro de un joven albino que había asesinado con disparos por la espalda a un científico en el año dos mil dieciocho. Era una noticia tan peculiar y de difícil acceso, que seguro era lo que Ash estaba buscando.

Eso los condujo a la amistad del científico con el ex gobernador de California, Fennec; y con el comandante Rashi. De ahí, llegaron a la experimentación en humanos financiada por el mismo gobierno para fines militares, y más en el fondo de tal abismo de información, encontraron el reportaje de unos periodistas de nombre Rikiga y Karan, el cual por desgracia nunca pudo ver la luz en formato de libro como se pretendía, pero buscaba desmantelar la amplia red de pederastía en California. En esos escritos, venían los testimonios de un joven muchacho a quien habían rescatado, y protegían su identidad bajo el seudónimo de "ratón". No había lugar a dudas, ése tenía que ser Nezumi.

Ash leyó el archivo completo en uno de los almacenes privados del edificio, asegurándose de que ningún pequeño robot lo tomara desprevenido parándose en un mueble cercano a él, corriendo el riesgo de ser descubierto por Nezumi.

Estuvo leyendo todo por cuatro horas seguidas y por desgracia, nada fue una sorpresa, pues ya conocía ese desagradable negocio como a la palma de su mano. De igual forma, esperaba que el pasado de Nezumi fuese similar al suyo, aun cuando tenía la esperanza de equivocarse.

Al término de su lectura, soltó un hondo suspiro y se quitó las gafas. Cualquier otra afortunada persona ignorante ante un sufrimiento como ese, tendría el estómago revuelto y habría llorado de impotencia al conocer la realidad del mundo en el que vive. Pero Ash, que ya estaba familiarizado con ello, sentía una profunda tristeza por Nezumi. No encontró en palabras el motivo preciso del por qué Shion había asesinado a aquel científico, pero al saber leer entre líneas, todo parecía apuntar que ése tipo fue quien tuvo primero a Nezumi en sus manos, y el albino lo sabía. Nezumi fue usado como conejillo de indias en la experimentación en humanos, obtenido posteriormente por el desalmado Rashi, y llegando con Fennec tiempo después. Ash no tuvo forma de esclarecer lo que había sucedido tras estos hechos. Sin embargo, intuía que los periodistas lo habían rescatado y algunos años más adelante se había ido a vivir solo, es probable que fuera para protegerlos.

𝗕𝗔𝗡𝗔𝗡𝗔 𝗦𝗜𝗫 [Nezumi x Ash Lynx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora