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«Al final el tiempo hizo de las suyas,
me contó todo aquello que tu no tuviste el valor de hacer.

Lo descubrí todo y entendí quien realmente eras cuando no te importó
que fuera a costa de perder(nos).

No importa lo que digas,
no importa ya nada de eso,
que las excusas dejan de cuestionarse
cuando te atreves a dañar  a quien más dices amar, utilizando a tu favor todo aquello que un día yo te conté que me podría lastimar»


"Sin ti"

Nueva York, EUA

TRES AÑOS DESPUÉS

AARON.

Entre más pasa el tiempo, más me sigo poniendo nervioso. He llegado a ese punto en donde no logro tranquilizarme con nada y estoy a punto de mandar todo a la mierda.

Es increíble mi comportamiento. Aaron Indiferente Maxwell está lo suficientemente interesado en un asunto externo a él, lo suficientemente interesado en alguien para ponerse nervioso, lo suficientemente enamorado de una persona para hacer que su opinión pueda cambiar su estado de ánimo.

Lo peor de todo es que los nervios no han sido solo por hoy.

Me han estado invadiendo desde que la idea pasó de ser un pensamiento a ser una realidad, desde que confirmé que quería pasar este día tan cursi con mi ladrona favorita. Desde entonces, llevo planeandolo por meses, cambiando los planes semana a semana, para que todo quede a la perfección.

Sabía que Claire tenía altas probabilidades de ocuparse en un día como San Valentín. Mi prometida suele tener una agenda muy complicada. Así que no solo separé el día antes de que alguien se atreviera a ganarme, separé toda la semana para evitar eventos desafortunados e interrupciones. Reserve la semana solo para nosotros.

Y eso acaba de sonar tan estúpidamente cursi.

Me acomodo el traje por décima ocasión. Introduzco mis manos en los bolsillos del pantalón para verme lo menos afectado posible, pero todo se va a la mierda cuando la veo. Siempre creo que nada puede desestabilizar mis emociones, hasta que Claire Langford aparece en mi campo de visión y hace que todo lo que no tenía coherencia en mi vida comience a tenerla con su presencia.

Mi corazón empieza a latir tan rápido que temo por mi salud. Contengo el aliento en cuanto mi mirada recorre de pies a cabeza a la figura femenina que porta el vestido rojo, ese que tanto espere a que se atreviera a usar. Le queda mucho mejor de lo que imaginé. Resalta sus exquisitas curvas y no voy a negar lo satisfecho que me siento por tenerla aquí presente. Luce tan hermosa y tan perfecta.

En el pasado llegué a cuestionarme si acaso este mundo horroroso podría tener algo de belleza escondida entre algunos de sus rincones más pequeños. La respuesta, como era de esperarse, no llegó en ese momento. Tampoco quedó en el aire. Los días y los meses transcurrieron, convirtiéndose en años y esa pregunta dejó de estar inconclusa cuando volví a verla.

Justo como ahora, en donde me doy cuenta que mi mujer tiene una belleza inigualable y soy un hombre afortunado al tenerla a mi lado. Una sonrisa ladeada se asoma por la comisura de mis labios cuando ella arquea sus cejas al notarme, dándome el visto por mi vestimenta.

Últimamente he creído, con una gran firmeza, que Claire es mi hilo rojo en esta vida y espero que en las siguientes el destino sea tan bueno conmigo para que me permita seguir encontrando con ella.

En todo este tiempo mi pequeña ladrona era la indicada y no supe reconocerlo hasta que la vida no tuvo más remedio que empujarme en situaciones comprometedoras con ella para que abriera los ojos. Pero así sucede, el amor da miedo porque es tan espontáneo y fuerte a la vez que genera una sensación intimidante, de allí lo hermoso de la experiencia. De nada sirve obligar a alguien a entrar a una relación que no quiere y de nada sirve que no sea mutuo. El amor debe ser libre, respetado y sobre todo se debe vivir en la etapa correcta de cada uno.

ALIANZAS Y VERDADES(#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora