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"Tortura"

Dos días antes
Moscú, Rusia

CLAIRE.

—¡Otra vez! —me exige la mujer de cabello rubio trenzado, gritándome cerca del oído. He caído por quinta vez en el entrenamiento, las colchonetas dejaron de ser una opción para mi desde hace tiempo así que los golpes son más fuertes al dar contra el suelo. Intento quitarla de encima, pero aprieta mi piel, muy, muy cerca de mi herida, usando su rodilla para provocarme dolor y para darme el recordatorio diario de por qué debo hacer las cosas perfectas—. Y esta vez quiero ver sangre que no sea tuya o yo misma me encargaré de hacerte la demostración.

Me muerdo la lengua para evitar gritar de dolor cuando, esta vez, su rodilla se apoya directamente en mi espalda baja. Un escalofrío me recorre toda la espina dorsal ante ese acto. Hace apenas dos días que el aspecto de mi piel volvió a cambiar en contra de mi voluntad, por eso este agarre termina doliendo como si fuera el primer día.

—Sé lo que estás haciendo y la razón del porqué te comportas así —murmura, arrastrando las palabras para que pueda entender su idioma—. No hay tiempo para fingir enfermedades, Claire. Quiero que me demuestres porque soy la mejor entrenadora que tiene tu padre.

Tilya sabe que mi mal entrenamiento se debe a una sola razón. Sabe que deje de ser débil físicamente desde hace dos años. Me ha preparado para cualquier situación de peligro en la que me pueda encontrar y afrontar.

Y la entrenadora que Nikolai me puso desde que llegué aquí.

—Intente darte tu tiempo para que tú misma notaras tu error, pero ambas sabemos que nunca he tenido compasión y paciencia por nadie. Ya me cansaste. Así que trágate tu mierda y deja de fingir que no te encuentras en buen estado. V boevoy stoyke! (en posición defensiva).

Suspiro, llena de alivio cuando se aparta de mí para dejar que me reincorpore.

Trago saliva cuando veo el rostro de mi contrincante estar frente a frente de mi. Ella me mira directamente a los ojos y tras convivir tres años, puedo entender perfectamente lo que trata de decirme sin necesidad de que utilice su voz.

Tilya vuelve a dar la orden para que nos pongamos en posición de combate, lo hago sin demorarme. «Hazlo» Leo sus labios cuando nota que estoy por desobedecer. Cierro los ojos un leve momento, preparándome para poder cumplir con las expectativas. Y entonces acato la orden, teniendo en cuenta que hay muchos pares de ojos puestos sobre nosotras.

Elyde no baja la guardia e intenta pelear, pero no dura mucho de pie a la tercera maniobra que me dispongo a hacer en contra de ella.

Las personas designadas a auxiliar a los heridos corren para llevarse a mi hermana a la enfermería. Intento no verla por tanto tiempo, Tilya notaría esa mínima acción y se daría cuenta de mi frustración.

—Dasha, V boevoy stoyke! (en posición defensiva) —grita la estúpida entrenadora, llamando a otra contrincante como si la salud de mi hermana no tuviera la mínima importancia para ella.

—¡Ya es suficiente! —avisa una voz masculina, viéndonos desde arriba. Tilya no luce contenta con la intervención, sin embargo, tampoco se queja. No puede contradecir una orden que proviene del protegido de Nikolai—. Yo me encargo desde aquí.

Thiago comienza a bajar las escaleras cuando la rubia se marcha de la sala.

Desvío la mirada en cuanto se planta frente a mi. Él lo nota, por lo que les permite a todos irse a duchar para estar listos a la hora de la cena.

—Voy a decirle a Nikolai lo que Tilya está haciendo con ustedes —comenta, acariciando mi mejilla con el dorso de su mano.

—No, ya sabes lo que pasó la última vez que Nikolai "corrigió" las actitudes de Tilya. Es mejor que lo dejes así. Yo soy quien se necesita hacer cargo de esto, no puedo estar esperando a que estés libre para que me puedas entrenar.

ALIANZAS Y VERDADES(#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora