Capítulo 16: Dime "Onii-chan"

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Ay Dios... Me duele la cabeza...

¿Pero en donde carajos estoy?

No se asemeja en nada a mi habitación, de hecho, es inclusive más lujosa que los de la mansión.

Mierda... Otro secuestro...

Bueno, viéndolo por el lado positivo, sin dudas es mucho mejor ser secuestrado por un aristócrata poderoso en lugar de un maldito científico transexual.

... Siento escalofríos de solo recordar a Sylvia...

Mejor olvido eso... A ver, repasemos hechos.

Recuerdo haberme escapado de la mansión para acudir a ese burdel de "sucubos"

Pero, justo antes de llegar, unos asaltantes comenzaron a perseguirme.

... ¿Desde cuando Alemania se convirtió en Latinoamérica?

Maldición, si no fuera por ellos habría perdido la virginidad...

¡¡Estaba tan cerca!!

—¿?

De repente, la puerta sé abrió y una chica ingreso en la habitación.

Por sus vestimentas me supuse que era una sirvienta.

Y pensar que cumpliría el sueño de todo japonés de conocer a una auténtica maid...

—Satou Kazuma, la princesa lo esta esperando en el comedor

Eso me tomo por sorpresa.

—¿La princesa?

¿No me despedí de ella ayer?

—Si, ella quedo encantada con sus historias, asi que decidio invitarlo "cordialmente" al castillo real

... "Cordialmente" Ja, si, claro, básicamente me mando secuestrar.

Entonces esas personas vestidas de negro no eran asaltantes, si no espías o algo por el estilo.

Carajo... ¿Pero porque me trajo? ¿No le gusto mis historias y me va mandar a matar?

No, eso no tiene sentido, de ser así, debería estar en algún calabozo y no aquí.

Creo que la mejor forma de conocer la respuesta es estar frente a frente con ella.

—De acuerdo, iré ahora...

Me levante de la cama dispuesto a seguir a la sirvienta hasta el comedor.

Sin embargo, ella hizo algo que me confundió, se tapo la cara y comenzó a tartamudear cosas raras.

—P-P-Pongase l-la r-ropa

La maid señaló en dirección de una mesa ubicada al lado de la cama, con la ropa tendida a mi disposición.

Comprendí y me dirigí a ponérmela, no sin antes hacerme una pregunta sumamente importante.

¡¿Pero que carajos hago sin ropa?!

¡¡Me profanaron!! ¡¡Ya no soy puro!!

Un momento... ¿Eso importa? Mientras que no sea un hombre quien me haya hecho esto, todo bien.

... Dios, por favor que no lo sea...

Luego de ese pequeño momento incómodo entre la maid y yo, finalmente nos dirigimos al comedor.

Al llegar, note una enorme mesa similar a la que había visto el dia de ayer, con Iris en el centro junto a Claire y Rain a sus costados.

Me acerqué a ella casualmente y alce mi mano para estrechar la suya en forma de saludo.

Konosuba: ¡Maldito sea este mundo en guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora