Capítulo 6: Aqua (1)

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Luego de un mes de batalla, hemos perdido...

No solo Mons cayó bajo control francés, sino también Bruselas, Lovaina, Gembloux y demás ciudades aledañas.

Murieron miles de los nuestros en la batalla, cosa que inicio un estancamiento en el frente.

Ahora nos estamos replegando hacia Sedán, ya que el ferrocarril de allí nos llevará a Ypres.

Nuestro objetivo es tomar aquella ciudad, ya que es crucial estratégicamente tanto para nosotros como para los enemigos.

Seremos enviados en grupos debido a problemas en la disponibilidad de vehículos.

Darkness y Megumin irán en tiempos distintos al mío, cosa que me dejará sola por el resto del viaje.

—Aqua, serás la primera en ir, nos veremos recién una vez subidos al tren, así que te deseo suerte.

Megumin trato de levantarme los ánimos antes de mi partida.

—Bueno, este es el adiós momentáneo, nos vemos en Sedán, Aqua.

De igual forma, Darkness también se despidió de mí.

—¡Todos suban de una vez!

Sin más tiempo que perder, subí al camión.

Luego de unos minutos de avance, ya no era capaz de ver a las chicas.

Espero que el viaje transcurra con tranquilidad.

***

Ha pasado una semana desde que partimos, hoy finalmente llegamos a Sedán.

El tren ya estaba listo para partir, sin embargo, para ahorrar combustible, haremos solo un viaje.

Por ende, estaríamos esperando a los otros camiones por unos días más.

—¡Descansen soldados! ¡Tienen mi permiso para hacer lo que quieran en su estadía en la ciudad!

No desaproveche mi oportunidad y me dirigí hacia un bar.

Aunque, me terminé perdiendo, cosa que ocasionó que llegara recién por la noche.

Dentro, me recibieron cordialmente, los notaba temerosos, pero no le tomé importancia.

—Bien, ¿Que puedo beber hoy?

Pedí un vino tradicional.

Es curioso... Solo desenfundo mi arma y me dan todo de forma gratuita.

¡Me encanta esta promoción!

—Tome el vino solo... No lastime a mi familia...

—Si, si, gracias, ¡Tenga buena noche!

Comencé a beber el licor.

¡Esto si es vida!

¡Glup! ¡Glup! ¡Glup!

Bebí toda la botella en poco menos de un minuto.

Necesito más...

—¡Quiero más! ¡Tráiganme veinte!

Aprovechando la promoción que mencioné antes, apunte mi arma hacia el camarero.

—Aquí tiene...

No tardó mucho en traer lo que le pedí.

Ahora tenía un balde de vinos a mi disposición.

Konosuba: ¡Maldito sea este mundo en guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora