Esto es injusto... Demasiado injusto...
¡¿Porque alguien como yo tiene que estar en prisión?!
Otra vez...
Maldición, soy un sargento, ¡Un maldito sargento! Se supone que tengo cierta autoridad, entonces...
—¡¿Porque me tienen encerrado en estas condiciones tan paupérrimas?!
¡La celda ni siquiera tiene cama, solo un maldito saco de dormir!
¡¡Y para rematar, en vez de inodoro, solo hay un maldito cubo en una esquina!!
¡Carajo! ¡Sé que estoy en una de las prisiones de máxima seguridad en Berlín, pero se pasaron!
¡Plam! ¡Plam!
—¡¡Deja de causar un escándalo y duerme de una vez!!
Uno de los guardias golpeó con su garrote los barrotes de la celda.
... Un momento, si lo sigo molestando, es probable que entre para golpearme, ¿No?
Puedo aprovechar eso para agarrar el cubo, ponerlo encima de su cabeza, robarle el garrote y finalmente escapar.
... Por otro lado, eso me metería en muchos problemas...
Se supone que estoy esperando a un juicio "justo" para el día de mañana, de escapar, solo agravaría más la pena y me haría vivir como un criminal.
Y, la verdad, prefiero mil veces volver al frente a pasar el resto de mi vida siendo fugitivo.
Bien... Mejor me calmo...
—Vale, está bien
Me recosté en el saco de dormir y comencé a pensar.
Veamos... Analicemos las cosas...
Fui a la mansión de ese maldito de Alderp para así atrapar al ladrón de cabellera plateada y como recompensa, podría estar más tiempo en el castillo real.
Alderp me reconoció, yo lo reconocí, me mando capturar, y ahora estoy aquí...
Pero, mierda, este tipo estaba aliado con Sylvia.
... De hecho, ¡Tengo pruebas!
¡¡Wiz!! ¡¡Ella está por aquí!!
Aún debe conservar los documentos que le entregue esa vez, ¡Eso debe comprobar mi inocencia!
Por otro lado, es probable que ese gordo haga uso de su autoridad, y aun así termine como culpable.
¡Pero tengo un arma secreta! ¡¡Iris debe estar enterada de lo que me paso!! ¡¡Y me respaldará porque sabe que no soy ningún terrorista!!
¡Si! ¡¡Eso e-!!
¡¡KA-BOOM!!
¡¿Ah?! ¡¡Toda la prisión tembló!! ¡¿Qué carajos fue eso?!
—Pss, ¡Kazuma, Kazuma!
—Sí, soy Kazuma... Espera... ¡¿Aqua?!
Está del otro lado de la ventana, ¡¿Pero que hace aquí?!
—¿Porque pareces sorprendido? ¿Acaso no contabas con qué está hermosa diosa venga a rescatarte?
—Si te soy sincero... Lo esperaba, pero no que llegaras tan lejos... ¿Cómo pasaste los muros, los perros...?
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Konosuba: ¡Maldito sea este mundo en guerra!
Fiksi PenggemarKazuma, un hikikomori que murió de manera humillante tiene la oportunidad de reencarnar en otro mundo junto a una diosa, pero no todo sale como lo planeamos y esto lo sabra de primera mano. Tras su reencarnación, tanto la diosa como el verán que no...