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—¡¿Mila tenes idea de que hora es no?!

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—¡¿Mila tenes idea de que hora es no?!

Me grito enojado, con sus brazos cruzados sobre su pecho. Yo suspire tratando de no perder la cordura y apreté mis manos en forma de puños, clavando mis uñas en la piel.

—No necesito que me retes eh...

—¡Si, te reto, por que soy tu papá!

—Cuando te conviene...

Me atreví a contestarle, poniendo mis ojos en el que enseguida relajo su ceño, bajando los brazos.

—¿De donde venis?

—Salí con los chicos, ¿Listo, puedo irme a dormir?

Lo mire ahora yo cruzando mis brazos harta de toda esta situación de mierda.

—¿Otra vez tocando en bares?, ya te dijimos con tu mamá...

—¡Si ya se que me dijeron, pero adivina no les voy a hacer caso, por que se que voy a llegar lejos con esto, y ustedes no me van a arruinar todo!

A este punto éramos dos locos gritando en la vereda de mi casa.

—¡Mila sos menor todavía, acabas de venir caminando sola, ¿y si te pasa algo?!

—¡No me importa, por que así me gano la vida, junto plata y le saco un peso de encima a mamá que se rompe el lomo laburando!

—¿Y yo?, te recuerdo que también laburo, no me rasco a cuatro manos.

—¡Te felicito, bien por vos, pero yo ahora te recuerdo a vos que no nos das ni un peso, la ultima vez le compre yo los cuadernos a Dante para el colegio por que a mamá no le alcanzaba la plata!

Mis ojos ya estaba llenos de lagrimas, y gritaba muy cegada por el enojo y la bronca. El tema es que ninguno de los dos se percato que el vecino llego, y estaban escuchando todo.

—¡Y hace un mes tuve que pagar yo la despensa, vos mismo lo decís soy menor y soy una chica, yo no tengo que cargar con eso....pero laburo y gracias a lo que hago gano plata para poder sobrellevar toda la mierda que generaste vos!

Los señale con mi dedo, a este punto ya llorando. El solo estaba quieto en su lugar, sin demostrar ni una mínima reacción.

—¡No alcanza con que lleves a Dante al colegio o lo lleves a dar una vueltita!....

Quería seguir hablando pero me di cuenta que estaba gritando demasiado, así que cerré mis ojos unos instantes, tratando de recuperar mi aliento.

—Hoy gane bien...y mañana le voy a poder dar la plata a mamá para que pueda llegar a fin de mes...y eso me hace sentir tan bien, por que se que de apoco le estoy devolviendo todo lo que ella hizo por nosotros...mama tuvo los huevos que a vos te faltaron...no vengas ahora a hacer el papel de papá, al menos no conmigo.

Bajos instintos Vol.1 || Guido Armido SardelliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora