Capítulo II

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«¿La verdad?»
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Han pasado dos días...

Me levanté de mi cama a duras penas, recordando aquella noticia que me dio la abuela...

Resulta que le dieron una gran oferta de trabajo gracias a una amiga de la abuela que trabaja en esa casa y suelen escribirse, para trabajar en un casa noble como cocinera para unos prestigiosos barones en... ¿Londres?.

¡Eso es!, ¡Londres!, todavía sigo eufórica por la noticia, no es por la emoción de viajar al principal centro del país sino, porque... Tengo que admitirles la verdad.

La verdad es que desde que encontré ese cofre extraño hace once años, descubrí algo o al menos es lo que quiero pensar, ya que no se con claridad quien es.

Se trata de mi padre, leí todas sus cartas, desde las cartas que le enviaba a mi madre, hasta cartas que me llegó a enviar a mi y nunca las leí ni supe de sus existencias...

Supongo que Agatha me las ha estado ocultado desde siempre, ya que todo lo que me decía no tenía de sentido, en las cartas relataba algo realmente diferente a lo que me contó realmente ella... ¿Por que me miente?.

Mi papa, Christofer... Christofer Williams como lo relata la carta, las cartas que le enviaba a mi madre, tenía ese nombre.

Me paré de mi cama para buscar hacia abajo ese cofre, lo había escondido ahí desde el día que lo encontré. Lo saqué desde la oscuridad para abrirlo y sacar una carta, la primera carta que me envió...

«27-de marzo-1814.

Tenerisse, Mi angel.

Hija, se que estas muy pequeña para leer esta carta, espero que tu abuela la pueda leer para ti. Soy yo, tu padre... Quizás no me recuerdes, pero recuerdo la primera vez como si fuese ayer que te cargué en mis brazos, cuando viniste a este mundo, eras una pequeña cosita de algodón, tus manitas tan pequeñas y suaves, tus piecitos tan pequeñitos, agarraste mi dedo con tus pequeñas manitas y no parabas de llorar. Ese día me sentí tan feliz, tan feliz como no te hayas imaginado, desearía haber tenido ese momento grabado para que lo vieras, lloré como un bebé, mi niña y mi universo entero, desearía poder abrazarte y aferrarme a ti como en ese momento, quisiera estar presente para verte como has crecido, y que tienes un padre cerca de ti que te ama y de adora y daría lo que fuese porque estuviera presente en tu vida...

No quiero que pienses que yo te he abandonado, algún día estaremos juntos, el destino nos unirá, por eso hice lo que hice por ti, para que estuviéramos juntos al final, te lo explicaré ya después que crezcas, tarde o temprano descubrirás la verdad... Pero mientras tanto, te escribiré siempre y te tendré guardada en mi corazón, a ti y a tu madre y siempre te protegeré y te estaré vigilando en cada paso que des, se que no es mucho... Pero no quiero que me dejes de querer, hago todo lo posible por estar presente en tu vida.

Con amor, Papá.»

No puedo negar que cada vez que leo sus cartas, siento un hueco en mi corazón, recuerdo que la primera vez que leí sus cartas lloré y terminé durmiéndome. Él se escucha como una persona noble y amorosa y que... algo al parecer, nos detuvo de conocernos, lo cuál es lo que tengo en duda, ¿Cuál es la verdad?, ¿Qué fue lo que realmente sucedió?...

También el echo de que hay cosas que no cuadran con lo que me dijo Agatha, ¿asuntos del estado?, ¿una guerra?. Son algunas cosas que leí de la segunda carta que me envió...

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