Cap XIV: Asuntos y Problemas

43 4 3
                                    

Volvieron a la cabaña con la obscuridad ya en todo su apogeo, sin embargo, la luz de la luna los bañaba con un tenue aire áureo, entraron con delicadeza tomados de las manos.

-Sabes Bill...este es el momento más feliz de mi vida- exclamó el castaño antes de abrazar el cuello del rubio y entregarle un pequeño beso.

-Para mí lo es aún más-

Estaban en la punta de entregarse un beso aún más pasional, temo decir que fueron interrumpidos por las fuertes voces de los gemelos mayores que regresaban del lugar al que había ido, sonrieron al principio, pero la ver la acción de los chicos se alarmaron, sobre todo Ford.

-¡Dipper, ¿Qué diablos estás haciendo?!- Le interrogó nervioso.

-¡Tíos, puedo explicarlo!-

-¡¿Qué le hiciste al chico Bill? Habla!- Exclamaba con fuerza el tío Stan mientras le apuntaba con una escopeta a la cabeza del rubio, el cual sencillamente retrocedió.

-¡Lo hechizaste cierto!-

-¡TÍO STAN, TÍO FORD! ¡¡¡ME DEJAN HABLAR!!!- Gritó tan fuerte como le permitió su garganta, provocando que ambos se callaran y prestaran atención al menor, -Yo sé que esto es demasiado extraño, yo lo sé...pero esto no es ningún tipo de embrujo ni nada parecido, yo...- tragó saliva ante la comprometedora frase que diría, -Yo estoy con Bill...-

Sus tíos lo miraban asombrados, pensaban que era un simple engaño o algo parecido, pero en su mirada se notaba algo de temor ante las represalias que pudieran contra el tomar; solo su tío Stan se acercó a él.

-Mocoso...esto es raro de decir sabes...pero creo en ti- le sonrió con ternura, a lo cual Ford se negó con premura.

-¿Qué estás diciendo Stan? Esa cosa es un demonio malvado que ha hipnotizado a Dipper...solo lo quiere por alguna malvada razón-

-Vamos Ford, se ve que el chico ha cambiado-

-Me niego rotundamente a aceptar esto...están locos ambos- A lo cual se alejó en dirección a su laboratorio, y con acto de coraje tal que azotó la puerta haciendo que la casa retumbara.

-No le hagas caso a Ford niño, es normal que no comprenda lo que sucede...ahora en cuanto a ti jovencito- se acercaba a Bill, -Más te vale cuidar de mi sobrino o sino verás lo que sucede- le miró amenazante.

-Créame que lo haré-

-Perfecto, ahora bien, tengo que ir a hablar con Ford para tratar de calmarlo-

-Gracias tío Stan-

Mientras Stan bajaba en dirección al laboratorio, el castaño y el rubio se habían quedado en un pequeño por un tiempo, solo mirándose con calma, hasta que algo los descolocó de su espacio, un ruido potente, similar a una explosión de un arma se escuchó en el fondo del lugar, y seguido de ella un grito de Stan.

Ambos se acercaron con rapidez para ver lo que había sucedido, Bill se había colocado frente a Dipper para que no le ocurriera nada, bajaron velozmente y allí estaba, tirado en el suelo ya sin vida, el tío Stan, frente a él Ford que le apuntaba con un arma extraña.

-¡Tío Ford... ¿Qué le has hecho?!- Gritaba mientras intentaba acercarse a golpearlo, sin embargo, esté esquivaba sus golpes, lo tomó de las manos con fuerza.

-¡Ese demonio los ha hechizado a los dos, entonces debo acabar con esto!- exclamó apuntando con su arma a la frente de Dipper el cual no pudo evitar gritar.

Bill golpeó de manera contundente a Ford antes de que este lo lastimara, el golpe fue tan certero que el arma cayó, pero al estar cargada, está impacto en el tobillo de Dipper, el cual chilló del dolor ante semejante intento de homicidio.

La furia de Bill no tardo en hacerse presente, sus ojos parecían tornarse de un color rojo similar a la sangre, mientras Ford se levantaba e iba en busca de otra arma, el demonio le arremetió lanzándolo por los aires.

-¡Maldito Bill...no debiste acercarte a mi sobrino!- Gritaba mientras tomaba algo similar a una esfera dorada.

Cuando Bill se acercaba una vez más para golpear al susodicho, sucedió algo que no esperaba, Ford lanzó aquella esfera a su pecho lo que causo que cayera al suelo y que no pudiera moverse, solo podía hablar con mucho esfuerzo.

-Creo que ha funcionado...estaba preparando esta trampa en caso de que todo lo que hicieras fuera una mentira, y vaya que lo fue-

-¡Tío Ford, te has vuelto loco!-

-No Dipper...me temo que él te ha confundido, no puedo permitir que la familia este en problemas por ello- mencionó apuntando con su arma al indefenso chico, esté intentaba levantarse, pero por la herida no podía.

-Lo lamento Dipper-

Parecía el final, el rubio se encontraba con lagrimas en los ojos y el castaño gritaba a más no poder, pero sucedió el milagro inesperado, Ford fue lanzado de costado por un golpe, Dipper no alcanzaba a mirar bien que era, pero es claro, Bill los había llamado.

-¿Qué diablos pasa aquí?-

-Lo que pasa idiota es que te has metido en la situación equivocada y con el demonio equivocado- Allí se encontraba el demonio de tres ojos y un par de cuernos, tal parece que Bill se había podido comunicar con él a través de alguna especie de magia, la verdad es confuso de explicar, detrás de él apareció una chica de cabellos dorados con lo que parecía ser un arma, así entonces liberaron a Bill e inmovilizaron a Ford.

Amor de estudios (BilDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora