Cuando finalmente dieron las tres Dipper bajo hacía la sala, se sentó esperando ver a el rubio, sin embargo, no se encontró a nadie en el lugar lo cual le preocupo ligeramente.
-¿Bill?- llamó sin recibir respuesta, -¿Estas aquí?- y de nuevo vacío.
Pronto su gran curiosidad fue detenida por un ruido afuera de la cabaña, algo parecido a fuertes pisadas se acercaba, su instinto fue a ver que se encontraba, quizá una criatura mágica o algo así, pero para su dicha era algo increíble.
Ya cercano a la cabaña, un elegante carruaje de madera blanca con detalles dotados se acercaba, tirado por cuatro bestias extrañas, similares a caballos árabes, pero sin ser iguales, y de la misma bajó el demonio con un bello traje dorado, su elegante sombrero junto a un ramo enorme de flores.
-Ho...hola Pino- exclamó nervioso el demonio.
-Dios...esto es de verdad- se acercó más el castaño.
-Bueno yo, pensé que te gustaría dar un paseo e ir al parque luego- le entregó el ramo a Dipper, el cual lo recibió alegre.
-Está bien Bill, vamos- subió a la carroza con ayuda del demonio.
Mientras iban sentados comenzaron a hablar de cosas sin relativa importancia, pues lo único que resonaba en la cabeza de Bill era <No lo vayas a echar a perder> mientras jugueteaba con sus dedos de manera nerviosa.
-Oye Bill, ahora que lo veo, no estamos yendo para el parque- dijo mientras se asomaba por la ventana.
-Oh si vamos, pero no es al parque al que tu piensas- soltó algo nervioso.
-¿Estás bien Bill? Te noto algo nervioso-
-¿Qué? No, es solo que, el aire esta denso- fue su gran mentira, -Pero bueno, antes de llegar te vendare los ojos, es una sorpresa y todo debe quedar perfecto-
El mayor le colocó una banda color verde en los ojos para que no pudiese ver nada; así pronto freno el carruaje, Bill ayudo a su Pino a bajar del carruaje para que no resbalara, tomándolo de los hombros lo encamino en línea recta y dejó parado.
-Quédate allí vale, cuando yo te diga, te quitas la venda- se alejo un poco, Dipper solo escuchaba sus pasos, -¡Listo!-
El castaño se quito la venda y se topó con una fantasía en la realidad, un parque parecido a los parques griegos, con estatuas y arbustos frondosos, flores coloridas que daban un aire de alegría, y en el centro de aquellas "ruinas" una mesa con dos sillas, un florero en el centro, una copa de Champagne en la esquina y una fuente detrás del lugar.
-Bill...este lugar es...simplemente precioso- soltó mientras admiraba todo ello.
-Pensé que te gustaría estar aquí, cenaremos y haremos lo que quieras luego, el día es tuyo- le ofreció su mano para subir a la mesa.
-Dios...no era necesario que te molestaras tanto por mí- tomó su mano.
-Yo quise hacerlo mi Pino- Chasqueó sus dedos y así delante de ambos apareció un platillo exquisito, un salmón bañado en salsa de arándanos, un delicioso pure de papa y una ensalada, -Deja te sirvo- tomó la botella y sirvió en las copas con bordes dorados.
-Gracias Bill, en verdad es muy lindo de tu parte-
-Todo lo que sea necesario para ver a mi Pino feliz- y alzó su copa.
La comida fue muy amena, risillas y burlas de ambos lados, se sentían cómodos entre ellos, incluso recordaron los doce años de Dipper, mientras una expresión de vergüenza recorría al rubio.
-Bueno...he terminado- dejo su plato a un costado, -¿Ahora que sigue?-
-Sígueme Pino-
Tomó su mano de nuevo y anduvieron por el parque, mientras Dipper observaba las estatuas, pero ahora era el momento que tanto esperaba el demonio, y de nuevo esa vocecilla le recordaba que no debía estropear nada.
-Ven por aquí, cuidado con el escalón- le indico Bill al castaño.
Deslumbrado por la luz del atardecer, Dipper observo un hermoso patio con fuentes y criaturas mágicas andando por él, algunas aves de plumajes hermosos y flores de colores impresionantes, mientras el sonido de una canción de violines se escuchaba.
-Esos violines están flotando Bill- le señaló el castaño.
-Tranquilo Pino, solo es un hechizo simple- se sentó en el césped y con su mano le invito a sentarse al castaño a su lado, -Sabes, es muy agradable pasar tiempos así contigo-
-No era como imaginaba que sería pasar contigo, eso es verdad- se incorporo mientras ambos miraban en el atardecer. -¿En qué piensas Bill?- soltó de la nada ante la mirada nerviosa de este.
-Yo...en algo sin importancia- exclamó sonrojado con tibieza; <Bill, ahora es el momento, ahora<
La escena parecía una película burda en aquel momento, Bill acomodo su mano lentamente en el hombro de Dipper para después bajar a la cadera, mientras el castaño casi sin inmutarse solo le miraba.
Para su sorpresa, Dipper sabía lo que hacía, se acercó más a él y dejo caer su cabeza en el hombro del castaño, el rubio sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, así entonces siguió, tomo su mano mientras miraba el atardecer.
-Dipper...se que he sido un mal demonio, pero en verdad deseo estar contigo, ya no quiero juegos ni mentiras, solo deseo pasar todo el tiempo que pueda a tu lado... ¿Aceptarías entonces ser mi novio?-
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Amor de estudios (BilDip)
FanficDipper ha vuelto a Gravity Falls para terminar su tesis, con la ayuda de su tío Ford, pero se encontrará con cierto demonio que le será un agregado que el no planeaba para nada, algo que nace de lo que parece desierto