Cap XV: La muerte

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-Tom, gracias al infierno que viniste- se libero de aquella trampa extraña.

-Pensé que era una broma de muy mal gusto, pero veo que no- Dijo mientras le ofrecía la mano para poder levantarse.

Mientras tanto la rubia ayudaba a Dipper a levantarlo, pero no podía, su pierna estaba demasiado herida por lo que mejor decidió vendarlo; detrás de ella siguió un chico moreno de cabello castaño como el suyo.

-Marco...necesito tu ayuda, consigue vendas, la herida ha sido muy grave- mencionaba la chica.

-Iré de prisa Star- exclamó mientras corría en busca de algo parecido.

-¿Quiénes...son...ustedes?- preguntó con temor Dipper.

-Tranquilo, somos amigos de Bill, todo estará bien-

Mientras todos se reincorporaban, Ford no paraba de maldecir una y otra vez a esos extraños, el cadáver de su hermano fue llevado lejos de allí para evitar que Dipper llorase, mientras tanto le curaban su pierna.

-Se que es mal momento Pino, pero ellos son mis amigos, Tom, Marco y Star- Señalaba con su dedo a los tres, los cuales le asintieron con una sonrisa.

-Muchas gracias por haber venido-

Cuando se percataron aquella habitación estaba demasiado silenciosa, eso alertó a Marco el cual miró de reojo para notarlo, y era cierto, el dichoso Ford ya no se encontraba allí, y justo antes de avisar cualquier cosa un nuevo estruendo se escuchó; Con un arma intentó disparar a el demonio de cabello rosado fallando en el tiro, todos se alteraron, Marco se quedó con Dipper para poder llevarlo a un lugar menos peligroso.

Mientras tanto, ambos demonios y la rubia comenzaron a atacar a Ford, pero era especialmente escurridizo, incluso para su edad, hechizos y llamaradas que no podían hacerle ni cosquillas al hombre.

En un momento de extrema tensión para los tres, Ford había logrado escapar para lograr abalanzarse sobre ambos castaños, Marco intentaba golpearlo mientras que Dipper quedaba casi inmóvil por el dolor que le producía aquella conmoción.

-¡Me temo que este es el fin malditos engendros!- Gritó apuntando con el arma, a punto de asesinarlos, Dipper logró morder uno de los brazos con los que lo sujetaba haciendo que Marco cayera y pudiera escapar, no obstante, no tuvo la misma suerte.

Justo cuando el arma apunto Bill se lanzó contra Ford, pero fue demasiado tarde, el arma logró impactar ligeramente contra el rostro de Dipper, ente ello, el chico rubio con toda su furia y rencor, de un golpe tan certero rompió el cuello de Ford haciendo que muriera en el acto.

Apresurado corrió a ver a su Pino, allí estaba, tirado sin responder a nada, parecía que no respiraba, Marco y Star se acercaron a él dándole esperanzas.

-No...no, no, no, no por favor, esto no- comenzaba a llorar.

-Lo lamento Bill- se acercó el demonio para poder abrazarlo, pero este negó su acto.

-¡No...él debe vivir!-

-No podemos hacer nada ahora- le respondió Star.

-Aun queda otra opción- musitó.

Entonces, en un acto meramente impulsivo, tomó a Dipper en sus brazos y lo llevo corriendo a las afueras de la cabaña, allí lo dejó en el suelo, mientras intentaba no llorar se alejó levemente de él.

Bill colocó sus manos en una pose muy extraña, sus ojos comenzaron a brillar de un pálido color azul, alrededor del chico un circulo de llamas azules nació, era demasiado parecido al circulo del ritual para vencerlo, pero ahora con otros símbolos completamente diferentes, el demonio comenzó a recitar algo parecido a una oración o un hechizo.

-Dioses de todas las eras, compañeros míos, permíteme pues ángel de la muerte que vuelva este hombre a la vida- Los chicos salieron detrás de él y notaron aquella escena tan fuerte, -Permítanle una oportunidad más...pues el no ha merecido el castigo de aquellos que lo dan-

Para poder ayudar más aún, Tom se acercó al rubio y comenzó a pronunciar lo mismo que él, haciendo que sus ojos también se tornaran de un color blanquecino, del mismo modo comenzó a elevarse en el aire; Star y Marco, a pesar de no ser demonios intentaron lo mismo, la magia era tan poderosa en aquel momento que ellos también comenzaron a elevarse en el cielo.

-¡Permítele solo una vez más...volver a la vida a mi amado...que no sea testigo de la locura de otros!-

Un estruendo bajo desde el cielo cayendo sobre el castaño, el pueblo entero se quedó sin luz y dejo al descubierto un rayo de energía extremo proveniente del bosque frente a la cabaña, volvía ese terror que provocó alguna vez el raromagedon, pero en esta ocasión terminó tan rápido como había iniciado.

Pronto los cuatro chicos cayeron desplomados al suelo, y con la poca energía que le quedaba a Bill se acercó a su amado, no daba aún respuesta alguna de vida, no se movía, no respiraba, absolutamente nada.

-Por favor Dipper despierta- soltó entre lágrimas, -Soy yo Bill...despierta por favor- y no hubo respuesta, así entonces el rubio cedió ante las lágrimas y cayó de rodillas ante el cuerpo inerte de su amado, lo único que pudo hacer fue abrazarlo -Esto fue mi culpa...debí haberte cuidado mejor...Mi pino-

-B...Bill- Aquella sola palabra hizo que el demonio se sobresaltara y mirase a los ojos a Dipper el cual comenzaba a abrirlos de manera lenta, -Estoy bien-

-Mi Pino- Se secó las lágrimas y con euforia le abrazó lo más fuerte que pudo, le entrego un cálido beso, -Me asustaste demasiado...que no vuelva a pasar nada como esto entendido- y le volvió a besar.

Amor de estudios (BilDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora