VII

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Topo y Roberto llevaban meses saliendo, nadie había sospechado nada, al menos eso creían...

Roberto despertó algo cansado, vió que estaba acostado con Topo, abrazándolo por la cintura. Se dio la vuelta y miro la hora en su celular, el cual estaba sobre la mesita de luz. "Las 6 de la tarde?!", había salido a las 4 porque Topo lo había invitado a comer, a lo cual acepto aprovechando que Laura estaba en el trabajo y Fede en la escuela. "Ya debieron haber vuelto a casa, hmm, espero que no" seguía tratando de pensar positivo.

- Amor - Le susurro al oído para despertarlo

- hmm? - Logró pronunciar aún dormido

- Me tengo que ir ¿sabes? Mañana vuelvo otro rato - Le dio un beso en los labios y se levantó.

- Chau - Dijo para volver a acomodarse y dormir.

"Parece un niño" pensó para sí.
Se ató las zapatillas, salió de la habitación para buscar sus pertenencias e irse a su casa.

Abrió la puerta y lo recibió su esposa, Laura. Tenía una cara entre tristeza y enojo

- Hola mí vida - Dijo inclinandose para darle un beso.

Laura ignoró el gesto del contrario y habló - Tenemos que hablar, Roberto -

"Que...?" se preguntó

- Que pasa, amor - Trataba de fingir preocupación, aunque solo sentía nervios por dentro.

- Pasa -

Roberto entro y siguió a Laura hasta la sala principal, ambos se miraron unos segundos hasta que Laura empezó:

- Decime la verdad, Roberto -

- ¿Qué verdad, Laura? ¿Qué pasa? -

- No te hagas Roberto, ya me enteré - Exigió

- ¿De que? ¿Que te pasa? -

- Estás saliendo con Gustavo ¿No es cierto? - Dijo ya con voz quebradiza y con los ojos cristalizados.

- Porque crees eso, Laura? - Agarró las manos de su mujer

Laura enseguida las saco devuelta y repitió:

- Roberto porfavor, decime la verdad ¡No me mientas! ¡Salís con él! -

La pequeña Fede escuchaba todo desde su cuarto, no sabía que pasaba, pero los gritos de su madre la alertaron, no es normal que peleen ni que Laura alcé la voz.

- Laura... Si, estoy saliendo con Gustavo, solo... Solo q... -

- ¡No me importa que querías con él! ¡¿ Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué?! - Interrumpió. Sus ojos estaban llorosos y sus lágrimas recorrían sus mejillas, las cuales estaban rojas

- No, no fue mí intención Laura, es que me sentía atraído por él - justificó

- ¿No podías solo decírmelo antes? Lo hubiera entendido, pero ahora ¡¿Ahora?! ¡¿Teniendo que enterarme por otros?! -

- Laura, perdoname, solo... Si querés lo llamo ahora y... -

- Si, llámalo ¡Y andate! ¡No te quiero ver más! ¡Agarrá tus cosas y andate! - Interrumpió de nuevo

Roberto se fue hasta su cuarto mientras Laura lloraba inconsolable mente en el sofá. Sacó su ropa y sus pertenencias.
La pequeña Federica fue corriendo a la habitación de sus padres y le preguntó a su padre:

- Papá, ¿Por qué mamá gritaba? ¿Por qué te vas? - La pequeña tenía muchas dudas de la anterior discusión

La alzó en sus brazos.

- Papá se va a viajar unos días y mamá decía que estaba feliz de él, pronto volveré ¿Sí? - Mintió

- ¿Te vas de gira? - dudó

- No, no, me voy a viajar a otras provincias unos meses - siguió ese falso relato

- ¿Me llevas? - Preguntó emocionada la niña, olvidándose de la discusión

- Uhh, no, vos tenés escuela y no queremos que faltes -
- Cuando empiecen las vacaciones vamos a viajar juntos ¿Querés? - Agregó

- Siiii!! -

Ojalá supiera la realidad esa pobre niña

La bajó y salió con sus valijas hacia la puerta.

- Chau Fede, en unos meses vuelvo - Se despidió

- Chau papi! - Devolvió inocentemente

En el camino Roberto llamo por teléfono a Topo:

- Topo? Te llamo para avisarte que voy para allá, cuando llegue te explico -

- Bueno, te espero -

Colgó

Roberto llamo a la puerta y el perro (Zepp) lo volvió a saludar como es costumbre. Topo abrió y le dejo pasar.

- Roberto ¿que paso que me llamaste?, sonabas triste -

- Bueno... Topo... - No encontraba palabras para explicarle la situación

- Laura me echó, me descubrió y me empezó a discutir, que como pude hacer eso, que pude decirle antes, que te llame y me largue - Seguiría, pero duraría toda la noche

Topo lo invito a sentarse en su sofá y abrió los brazos, enseguida Roberto apoyo su cabeza en su pecho mientras el contrario le acariciaba el pelo.

- Creo... Creo que no me permitirá ver a Fede... No estoy seguro, pero... - Empezó a llorar

- Se que es lo que menos querés Rober, no creo que sea tan desgraciada como para no permitirte ver a tu hija - Trato de tranquilizarlo

Roberto seguía llorando en los brazos de su amado, esos brazos en los que podía estar seguro, esos brazos en los que encontraba consuelo.

- Larga todo - dijo en referencia a su llanto.








Menteur! [Titopo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora