XVII

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Roberto se levantó de la cama y tomó su teléfono, quería brindar una pequeña y falsa explicación a Laura de la repentina despedida de la noche anterior. Marcó el respectivo número y su teléfono comenzó a sonar.

- ¿Hola? ¿Laura? -

- Hola amor! ¿Que paso? - Preguntó Laura

- ... Este ¿Viste lo que pasó anoche?, bueno, resulta que a Topito le cayó mal la comida por la cantidad que comió de golpe, nada más eso, quería pedirte nuevamente disculpas por irnos así nomás - Se disculpó

- A no, está bien, entiendo, no pasa nada amor, no tenes porque disculparte - Hablo con una sonrisa amable.

Gustavo escuchaba desde la habitación la conversación de los otros. Seguía furioso con Laura, no quería volverla ni a ver ni a escuchar, además, odiaba escuchar a Roberto mentir, mejor le hubiera dicho lo mal que lo hizo sentir esa noche y que el beso le revolvió hasta las entrañas, vomitando la comida en el camino a casa, haciéndole creer a Roberto que esté en realidad estaba borracho.
Se tapó nuevamente la cabeza con las sábanas para no escuchar más.
Estando allí se imaginaba con su pareja, abrazados y enamorados, sin ninguna mujer entre ellos más que su 'hija' Federica.

Ya llegada la noche, Roberto pregunto a su pareja si ya deseaba acostarse y descansar, a lo cual respondió negativamente. Este no se extrañó, era bastante común que se quedará viendo una película o simplemente con su teléfono.

- Buenas noches entonces, amor - Pronunció

- Buenas noches - Respondió sonriente

Avistó a su pareja irse y cerrar la puerta tras el. Tan pronto como la cerro su sonrisa se desvaneció por completo.
Se levanto de su asiento y se acomodó en el sillón junto a su perro, asió este mismo y acostó a su lado con la cabeza apoyada en su pierna derecha. Acaricio su cabeza y su espeso pelaje marrón claro.
Saco de su bolsillo trasero una caja de cigarrillos que había comprado con anterioridad en un kiosco cercano.
Obviamente no iba a fumar cerca de su perro, solo la reviso y leyó todo su contenido, luego prendería algún que otro faso para relajarse, solo que en su patio.

'El tabaco te deja sin aire' tenía escrito en fuente grande y la imagen de una mujer anciana sobre este.
Se levanto acomodando la cabeza de su perrito y salió afuera.

Apoyó su espalda contra la pared, saco un cigarro y su encendedor.

Inspiró el humo de este y pronunció - Se notaba lo de bufarron y lo que tengas a mano - Aspiró nuevamente este. Se encontraba algo mal, está acción lograba tranquilizarlo y hacerlo olvidar sus problemas actuales. Igualmente se desahogaba con sus demás amigos.

Volvió nuevamente a la cocina, abrió la heladera y tomo una botella de cerveza. Se sentó de nuevo con su perro y comenzó a beber directamente del pico de esta.
Con su mano libre acariciaba la cabeza y torso de su mascota.
Rápidamente se emborrachó, se levantó y dejo la botella sobre la mesa del comedor, solo que está se cayó al suelo por la mala posición -Estando está colocada sobre el borde-. Hizo un estruendoso ruido quebrandose en pedazos. Ante esto, Gustavo reaccionó tapándose los oídos con ambas palmas.

Pasado el susto se agachó para recoger los pedazos, no deseaba que su perro los pisará y se lastimara sus patas.

Despertó con resaca y una regañada como bonus sorpresa.
Roberto había avistado gotas de sangre en el piso y obviamente se asustó ante esto.
Gustavo se había cortado la mano mientras levantaba los trozos de vidrio rotos y dispersados. Pedazos que Roberto termino de levantar esa mañana.

- Amor ¿Estás bien? ¿Que paso con esa botella? ¿Te duele la mano? -

- ... - Gustavo estaba somnoliento. Roberto acarició su cabello, pasando por su mejilla, la cual besó.

- Te voy a limpiar y vendar ¿Bien? Te pondré alcohol - Antuña seguía sin responder.
Musso se levantó de su asiento y busco paños húmedos, servilleta y alcohol para desinfectar el corte.

- Si te duele avísame ¿Ok? - Le pidió mirándolo a los ojos.

Comenzó limpiando la sangre. Luego fue colocando de a poco alcohol. Antuña no reaccionaba facialmente, pero los músculos de su brazo se retorcían de ardor.
Al finalizar vendó la herida y románticamente beso la mano sobre el vendaje y posicionó su mano sobre este.
Volvió a mirarlo fijamente, tomó su nuca y beso sus labios. Fuertemente lo abrazo, tal vez su pareja solo necesitaba algo de cariño ¿Es así no?...

Menteur! [Titopo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora