XVI

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Gustavo estaba acostado sobre el sillón con su perro sobre él. Muy cómodo mirando el televisor y esperando a su pareja.
Se había despertado hace relativamente poco, ni desayuno. Se encontraba de mal humor, no sabía porque.
Escucho como se abría la puerta, miró sobre la cabeza del animal y avistó a Roberto entrar. Rápidamente sus cejas se relajaron y sus labios dibujaron una notable sonrisa en su cara. Musso no soportó la felicidad y se apresuró a abrazar a su pareja, intentando no molestar a su mascota en el proceso.

- Lauri me dijo que si! - Habló emocionado

El rostro de Gustavo cambió a uno más serio, de echo no le importaba Laura, no quería escuchar nada de ella. Creía que Roberto le diría que salió a comprar, o que visitó a Fede, pero Laura, ¿Laura?.
Se notó algo celoso por el apodo de "Lauri", ni a él le ponía apodos amorosos, y "Topito" no entraba dentro de un apodo creado por Musso. Ese se lo puso él mismo.

- Nos invito a la noche a cenar! - Siguió

- Está bien... - Sonrió falsamente

Roberto beso los labios del contrario -Ignorando el apestoso aliento de esté- y se levantó del suelo. Gustavo solo se digno a observarlo irse, deseaba poder abrazarlo.

Volvió sus pensamientos a lo dicho por Roberto, quería tener tiempo libre para tocarle una canción que tenía preparada a su pareja, pero ahora no podría lograrlo.

- ¿Te pasa algo? - Preguntó Musso, su contrario solo se digno a mirarlo y desviar la vista.

- No... - Respondió Antuña - No, no pasa nada ¿Por? -

- Te noto algo triste... Enojado tal vez... -

- No, no... Solo que no quiero ir a casa de Laura - Antuña frunció el seño, parecía un niño al cual su madre le diría "Para poner esa cara mejor ni hubieras venido".

- ¿Estás enojado por eso? - Musso hacía parecerlo un capricho menor.
Gustavo solo apretó el tenedor con su mano y siguió comiendo - No - Ni siquiera lo miró, parecía que Roberto no le tomaba importancia a su sentir.
Deseaba nunca haber aceptado la relación abierta.

- Ah, amaneciste con "la tanga ladeada" * -
(*Una forma de decir "Amaneciste de mal humor")

"¿Por qué mejor no te callas? Me estás colmando la paciencia" Pensó de manera agresiva, la presencia del otro estaba rebalsando sus límites.
Se levantó, dejando su plato medio lleno y se fue a la habitación de ambos junto con su perro.

"Parecía enojado..." Pensó Musso "Mejor no le doy mucha importancia, capaz y ya se le pasa... Aún así... ¿Por qué no quería ir a lo de Laura?".

Roberto estaba terminando de alistarse y Gustavo ni siquiera se había bañado, llevaba toda la tarde acostado en la cama, en posición fetal mirando la pared con su perro en brazos.

- Dale Topo, ya se va a hacer la hora -

- Ya te dije que no quiero ir, Roberto, por favor - Apretó un poco más a su mascota.

Menteur! [Titopo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora