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Roberto había experimentado varios sentimientos extraños por su amigo y compañero de banda, Gustavo Antuña, apodado cariñosamente Topo.
Obviamente no podía estar enamorado... ¿Verdad? Tiene una mujer que ama y una hija que aún debe criar, no podía andar experimentando con Topo, es decir, simplemente son amigos, buenos amigos... ¿No...?


Roberto despertó cansado, tanto concierto lo había agotado físicamente. Del otro lado de la habitación estaba Marrero aún durmiendo, Roberto se levantó y fue al baño a lavarse la cara para terminar de despertarse.
Mientras tanto Topo estaba en otra habitación, solo, Alvin estaba con Tavella y Roberto con Marrero.
Estaba tomando un poco de agua fría, habían acordado entre todos desayunar en el comedor del hotel antes de salir a la parada de Ómnibus. Fue al baño lavarse los dientes.

Roberto ya estaba saliendo, le disgustaba llegar tarde a algún lado. Mientras caminaba por el pasillo iba recordando el concierto de la noche anterior, la gente saltado mientras gritaban la letra de las canciones de su reciente álbum “Lámina Once”.
Por obvias razones llego primero,busco un buen lugar para sentarse a esperar la llegada del resto del grupo.

La espera no fue muy larga, ya que Topo llego aproximadamente 20 minutos después de él. Roberto estaba revisando la hora en su teléfono (el cual no entiende), hasta que sintió la presencia de alguien más, miro arriba y al frente de él estaba sentado Topo,  Roberto se sobresaltó por el repentino aparecimiento de su amigo, no se había dado cuenta que estaba ahí.

- Perdón! ¿Te asusté?- pregunto algo preocupado Topo

- No... No! Solo no te ví ¿Cuando llegaste?- respondió Roberto apagando su teléfono, estaba completamente feliz de ver al de lentes.

- recién - respondió el contrario apoyando el brazo en la mesa y recostando la cabeza sobre su mano.

Se quedaron un rato charlando hasta que llegó Marrero junto a Alvin y Tavella detrás de ellos.

- ¿Qué van a pedir? - pregunto el mozo retirando los menús de la mesa

- Un café con medialunas - respondió primero Tavella

- Lo mismo para mí - Dijo Roberto

- Lo mismo, pero el café con leche, por favor - ordenó Marrero

- Solo un café - Pidió Topo

- Un café con leche y medialunas, gracias - Finalizó la orden Alvin.

Luego del delicioso desayuno se dirigieron todos hacía sus habitaciones para empacar todo, en unas horas saldría su colectivo hacia Tucumán y no deseaban perdérselo.
Roberto algo nervioso fue a la habitación de Topo a preguntarle si ya estaba todo, y si podría ayudarlo en algo. Topo estaba tirado en la cama, estaba tomando un pequeño descanso luego de haber empacado la primer maleta.

- H...Hola Topito, ¿Ya terminaste o precisas ayuda en algo?- Pregunto Roberto, su nerviosismo era notorio, se trababa con solo saludar.

- Ah! Rober! Ahora no preciso nada, estaba descansando un poco -

-Pero si en el Ómnibus tenés un montón de tiempo para dormir- Dijo algo confundido, Roberto, ¿Descansar? ¿Ahora?

- Aún falta mucho para que salga, y no tengo ganas de esperar tanto, total, me duermo en el colectivo también, doble sueño, doble descanso y doble energía - se justificó Topo

Luego de un pequeño e incomodo silencio Topo hablo:

- ¿Venías a algo más? -

- Uh... Pues a hablar un rato, estaba algo aburrido allá - Respondió señalando la pared, refiriéndose a su habitación.

- Bueno! Sabes que me encantan las charlas, y más con vos - Topo palmeó la cama, Roberto casi se queda paralizado en la puerta “Le gusta hablar y... Y más conmigo!? ¿¡Eso significa algo!?” Volvió a la realidad y se apresuró a cerrar la puerta y sentarse junto su compañero a charlar, quizás luego lo ayudaría a guardar la otra maleta.

Advertí que sería muy rápido

Bueno! Hasta acá el primer cap, sintonicen mañana para más.
Ya enserio, espero y disfruten esta historia, y yo también, no quiero cancelarla por falta de imaginación como todas 😞.

BYEE!
se despide

-★

Menteur! [Titopo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora