Menteur! [Titopo]

XII

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Luego de un tortuoso mes de espera Roberto se reunió de nuevo con su amada hija, no sin antes tratar de volver a tener contacto con su ex mujer, Laura.
Llego solo, Topo no quería meterlo más en problemas con ella. Se bajó del auto con una notoria mezcla de emoción y tristeza.

Tocó la puerta dos veces y le atendió Laura.

- Hola Lau, este... ¿Puedo pasar? - Pregunto nervioso

- Pasá - Dijo de manera seca

Roberto fue directo adentro mientras escucha una música al estilo del Pop desde la sala, era el parlante de su hija reproduciendo su música favorita.

- Look at me, look at me 나를 바라봐 나를 바라봐 - Se escuchaba desde los parlantes y el VideoClip en la televisión, mientras que su hija imitaba los pasos del grupo.

- Fedee - Llamó

La niña paro de bailar, miro a la puerta y vio a su padre parado allí, sonrió con mucha emoción y fue corriendo con él. Lo abrazo y Roberto le devolvió el abrazo fuertemente.

- ¡Te extrañe pa! -

- Yo también hija - Dijo acariciándole la cabeza - ¿Cómo has estado? -

- Bien, ¿Y vos? ¿Donde estuviste? - preguntó

- También, anduve por allá, el norte - Movió su mano hacia delante

- ¿Me trajiste algún regalo de recuerdo? - Sonrió

- Si, ¿Cómo me olvidaría de traerte algo? Espérame que lo voy a buscar al auto -

Roberto salió y saco una caja de tamaño medio pequeño envuelto en papel de regalo muy colorido y con un pequeño moño. Entro y se lo entrego.

- Fuaaa, ¿Que es? - tenía un brillo en sus ojos

- Abrilo - dijo con obviedad

Rompió el papel revelando una simple cajita de cartón, la abrió y vio 4 photocards de uno de sus dos grupos favoritos, también una agenda de esas que te encuentras en una feria y una remera de Mina, una de las bailarinas del grupo. Federica muy feliz se levantó del suelo y abrazo a su padre, era un regalo muy especial para ella.

- Muchas gracias pa'! Me encanta! -

"Topo tenía razón" Pensó.

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Abrió la puerta de su casa algo triste, pero tranquilo. En dentro de una semana tendría que firmar el divorcio, aunque ya sabía que Laura le compartía la custodia de Federica, le tendría rencor por la infidelidad, pero sabía que Roberto no podría vivir sin su hija.

- Volví! - Avisó a su pareja, el cual estaba cocinando.

Topo paro lo que hacía y se fue directo a la puerta principal. Al estar cerca de Roberto se paró de puntillas para besarle los labios.

- ¿Y? ¿Le gustó? - Sonrió

- Le encantó -

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