Capítulo V

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Capítulo V:

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#5. El dolor exige ser sentido.

Si te quiere, te llevará a las profundidades del infierno y de regreso

No mostrará piedad.

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ANGELS HIDE

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Hay tanto de ti en mi que ya nunca vas a irte.

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―¿Por qué tienes que irte?―

Ella sonrió con suma ternura y se arrodillo junto a mi en el suelo. Otra vez estaba castigado en el sótano.

―Sakura―

―Silencio― Me interrumpió ―Vas a hacer que me descubran― Me reto.

Se sentó a mi lado dejando aquella canasta de mimbre entre ambos, hacia dos días le habían dado la noticia que había sido adoptada y yo no sabía como seguir con mi vida cuando ella se fuera.

―Ten― Dijo entregándome aquella taza con leche tibia y saco unos bollitos de maíz y crema de la canasta ―No es mucho pero al menos no pasaras la noche con hambre―

Yo sonreí agradecido, mis mejillas se tiñeron de rojo cuando ella acaricio mi frente despacito quitando los cabellos que se pegaban a ella. Sakura era tan hermosa, yo tenía diez años en ese momento ella ya tenía doce años y para mí, no había niña más hermosa que ella.

―Tengo algo para ti― Hablo con una sonrisa.

Yo deje la taza de lado y seque las pequeñas lágrimas que amenazaban con salir de mi rostro con la manga de aquella sudadera. La vi correr su largo cabello a un costado y se quito aquella delicada cadenita de plata que adornaba su cuello, se acercó más a mi para poder pasarla por el mío y yo me sonroje hasta las orejas cuando su cabello rozo mi nariz desprendiendo ese aroma a cerezas que me encantaba.

―Es mi ángel de la guarda― Susurro acomodando el dije sobre mi pecho y yo baje la vista observando la medallita redonda que tenía aquel hermoso ángel grabado en ella ―Mi mamá me lo dio― Explicó sin quitar la vista de aquel dije ―Decía que yo era su ángel

―Tú eres mi ángel, Sakura―

Ella sonrió y yo quede incluso aun más rojo de la vergüenza.

―Quiero que lo tengas, pequeño― Murmuro y subió la mano de mi pecho a mi mejilla ―Quiero que cuide de ti―

Yo sonreí observando los ojos más hermosos que vi en mi vida. A partir de ese día el verde era mi color favorito.

―Prometo guardarlo para siempre―

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Yo observe nuevamente esa cadenita entre mis manos, la lluvia seguía cayendo sobre mí. Había casi salido huyendo de aquel dormitorio luego de verla con otro.

―¿Sasuke?―

Me acurruque aún más en la pared sintiendo como el agua helada calaba hondo en mis huesos, la ropa empapada, el cabello se me pagaba al rostro. Sentía que el aire me faltaba, no podía respirar, no podía parar de llorar.

Angels Hide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora