Esto es un What if? de the house of the Dragon, principalmente debo informar que hay muuuucho hate hacia los Hightower que conocemos, porque la verdad es que me caen mal y si por mí fuera los estaría quemando cada dos por tres, aceptó críticas y si...
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La princesa Rhaenyra y el principe Aegon Targaryen solo se llevaban dos años de diferencia, un periodo bastante corto de tiempo, Aegon era un bastardo, como normalmente llamaban a los hijos ilegítimos, pero el nunca sufrió por eso, pues la reina Rhaella Targaryen lo había adoptado a él y a todos sus hermanos, delante de todos, eran príncipes legítimos de Dragonstone, para su fortuna, la reina consorte los amaba, a todos y cada uno de ellos por igual, nunca hizo diferencias entre ellos y nunca hubo preferencias entre uno y otro, su padre, el rey, era un caso distinto, para él no existía otra hija más que Rhaenyra y eso era motivo de constantes discusiones entre ellos, la heredera al trono le pedía que compartiera con sus hermanos, argumentando que ellos también merecían su amor y cariño o al menos el poco que él les podía brindar, y los platinados eran concientes de que a la princesa heredera le molestaba la actitud de su padre con ellos, pensaba que su padre no tenía motivo alguno para tratarlos de aquel modo.
Aegon siempre admiró a su media hermana mayor por eso, su ferocidad al momento de defenderse o defender a su familia era algo que el admiraba realmente, no era una delicada flor aunque su imagen dijera que si lo era, Rhaenyra era la prueba de que por muy delicada que parezca una flor puede ser muy letal y quizás fue aquello lo que terminó por encantarlo.
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Rhaenyra Targaryen siempre le reclamó a su padre la falta de atención que tenía con ella y con sus hermanos, incluso la que poseía con su madre Rhaella Targaryen, se lo recalcaba siempre que tenía oportunidad y era eso la constante razón de las discusiones entre padre e hija, para ella ni su madre ni sus hermanos merecían la falta de amor, aunque al parecer aquello no les molestaba, a ella sí, y es por eso que siempre discutía por aquello.
Si le preguntaban por su hermana Helaena, ella diría que era su favorita, la pequeña era preciosa, la viva imagen de una Targaryen, Aemond era travieso, siempre estaba haciendo algo, y Daeron era el niño más tierno que haya visto nunca, aunque ella no era muy amante de los bebés, podía jurar que si se lo pedían, estaría observando por horas completas a su hermano.
Aegon era algo distinto y casi incomprensible para ella, su sola presencia la ponía algo nerviosa y cuando el muchacho la halagaba, se quedaba sin habla, no lograba controlarse y aunque no lo admitiría en voz alta, ella estaba profunda y perdidamente enamorada de su medio hermano, quizá estaba mal o quizá no lo estaba, lo que si sabía es que no deseaba compartir con nadie a Aegon Targaryen, el era suyo, y ella era de él, después de todo, los dioses le habían permitido enamorarse de él por una razón ¿Cierto?.
