CAPITULO 2

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La tía de Raquel estaba en la nueva casa donde ella iba a quedarse con sus hijos quedaba algo afuera de España para ser precisos en Toledo, ahí se quedaría Maggie igual.

Su tía había puesto una cafetería que le iba de maravilla, por si fuera poco, ella tenía un gran amigo llamado Matías, que había sido para Raquel un apoyo muy grande porque no solo era su amigo, sino que también había estado muy presente en la vida de sus hijos, de cierto modo siendo una figura paterna cuando necesitaba de su ayuda.

Matías estaba enamorado de Raquel y esperaba que algún día pudiera ser correspondido, a pesar que él sabía que por más que pasara el tiempo y Raquel no lo quería reconocer, seguía enamorado de Sergio Marquina y eso jamás cambiaría.

Había pasado dos días que Raquel había llegado con sus hijos a España, Maggie se quedó a cargo de ellos, decidió llevarlos a comer un helado, Raquel quería quedarse un rato en la casa sola y de ahí, visitar a su amigo, ella quería pasar por el trabajo de su tía, pero se arrepintió ya que ella se vería con la madre de Sergio, Sofía y su mayordomo Paco.

Raquel se quedó en casa acomodando un par de cosas de sus hijos, al terminar salió a mirar el paisaje que tenía, se sentó en una mecedora que tenía y cerro los ojos, empezó a recordar a Sergio, ella se abrazó a sí misma y empezó a recordar una vez que ellos se entregaron salvajemente en el departamento donde él vivía, y que quedaría grabado para siempre.

***

Raquel entró a darse una ducha mientras esperaba a Sergio ya que había ido a la oficina a dejar unos documentos, él le había prometido que verían una película juntos, Sergio no quería negarle nada Raquel ya que era su princesa, su hada. Raquel entró a darse un baño y se vistió algo sexy, mientras que por otro lado Sergio ya había llegado, subió a la habitación sin hacer mucho ruido y se quedó paralizado viendo a su prometida tan hermosa, una diosa, tenía una belleza que ninguna otra mujer tenía.

-Eres tan hermosa. -Raquel volteo a verlo y se sonrojo. -Jamás me cansaré de admirarte. -Le di un beso fugaz, como ya no tenían planes, el se puso su pijama sin camisa, Raquel admiraba cada músculo de su cuerpo que se marcaba perfectamente, no podía dejar de mirarlo.

Raquel no se resistió más y se abalanzó a él, donde juntaron sus bocas, la película se les había olvidado, Sergio la puso sobre lavamanos, él se alejó un poco y la admiro empezaron a acariciarse y a darse besos ella le decía que era suyo, la tensión subía en el baño, Sergio entró en ella sin previo aviso, Raquel enterró sus uñas en la espalda de él, se empezaron a besar con desesperación, los dos gemían sin parar, se estaban entregando a la pasión, los dos alcanzaron el orgasmo y se metieron a darse otra ducha, él seguía dentro de ella sin parar.

-Nadie más que yo puede tocarte, lo entiendes verdad Sergio Marquina, eres el único capaz de volverme loca y llegar hasta mis límites. -Dijo Raquel.

***

Raquel abrió los ojos de repente, su corazón latía mi por hora y parecía que quería salirse, su respiración estaba agitada, no podía creer que aún en sus recuerdos Sergio aún la hacía estremecerse, cerró los ojos de nuevo y respiró profundamente, quería dejar esos pensamientos de su cabeza así que entró a su casa y se metió a dar una ducha, quería esperar a sus hijos y olvidarse de ese recuerdo.

***

Por otro lado Sergio estaba en la empresa, concentrado en el nuevo proyecto y bastante animado, su teléfono empezó a sonar y vio que era el señor con el que haría en el proyecto.

-Hola señor Palencia, ¿A que debo su llamada? -Le pregunto.

-Hola Sergio, espero te encuentres bien, quería informarte que ya está toda la documentación al día y quisiera que vinieras a firmar, ¿Podemos vernos en el restaurante nos vimos la vez pasada?

HERIDAS DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora