New Opportunity | Tokyo Revengers [2]

Capítulo 5: Amor Adolescente

La ToMan volvió al templo para celebrar haberle ganado a los Killer Bee, de paso para curar las heridas de algunos pandilleros. Fumiko no despegaba sus ojos de Baji y Emma, que de vez en cuando tenían alguna que otra pequeña conversación, misma que terminaba en el pelinegro fastidiando a la rubia.

—¿Fumiko? — ella volteó su cabeza para ver quién le llamaba. — ¿Todo bien?

—Si.... Una pregunta, pero que se quede entre nosotros. — Chifuyu asintió, pues era su mejor amiga, así que debían guardarse todos los secretos. — ¿Crees que Baji esté enamorado de Emma?

Chifuyu casi se rio a carcajadas de aquella pregunta logrando que Fumiko le mirara con una expresión molesta, llamando la atención de los más cercanos.

—¡Cállate! — Fumiko golpeó el hombro de Chifuyu, quien se quejó. — Llamas mucho la atención.

—¿Por qué pensaste eso?

—Es por la forma en la que se comporta con ella, ningún chico actúa así con una simple amiga.

—Es que Emma no es como una simple amiga, es como una pequeña hermana, o así me dijo Baji, porque sé que creció junto a Mikey y Emma.

naaaaah, nicagando

Con mis hermanos nos molestábamos hasta llegar a los golpes (ciertas veces). Lo mismo sucedía con mis mejores amigos

Porque la base de una amistad es llegar al bullying ✨

Eso sí, solo entre nosotros se toleraban esas bromas, pero no significaba que cualquiera pueda hacer lo mismo.

Pero les juro que no veo nada de eso con Baji hacia Emma.

—Ah... ya veo. — dijo con total sarcasmo, y Chifuyu solo sonrió pensando que su amiga había entendido su explicación.

—¿Por qué preguntas? ¿Te gusta Baji? — preguntó con picardía el rubio, a lo que ella le miró con burla.

—Tranquilo gatito, no te quitaré a tu novio. —le sacó la lengua, a lo que Chifuyu hizo una mueca.

El rubio tuvo intención de darle un golpe en el hombro de la pelirroja, pero ella hábilmente lo esquivó, para luego reírse de él. Chifuyu intentó seguirla para darle siquiera un pequeño empujón, pero la pelirroja era muy ágil, por lo que esquivaba sin tanto esfuerzo.

—¡Quédate quieta! — ella solo rio más fuerte.

—No.

Los demás miembros de la pandilla se reían ante el juego de ambos amigos, inclusive se sorprendieron por el hecho de que Fumiko esquivaba con facilidad al vice capitán de la primera división. No fue hasta que ella al retroceder se tropezó y estuvo a nada de caer de espaldas, de no ser porque alguien le sostuvo de la espalda baja. Al alzar la mirada se topó con unos ojos color lavanda muy conocidos.