New Opportunity | Tokyo Revengers [2]

Capítulo 19: Atracción Letal

La fiesta de cumpleaños de Draken estaba en su punto máximo. Era casi medianoche cuando, entre risas y vitoreos, el tatuado sopló las velas de su pastel, en cuanto las pequeñas llamas se apagaron, la mayoría de los presentes se abalanzaron sobre el dulce, ansiosos por el pedazo más grande.

La alegría se respiraba en la oscuridad de la noche, con la gente disfrutando del alcohol, algunos disfrutaban animadamente, mientras que otros se entregaban a apuestas improvisadas, entre algunas pequeñas peleas entre los miembros, algunos incluso en luchas de pulgares.

Aunque todos parecían felices, siendo la celebración un rotundo éxito, el cumpleañero no podía evitar lanzar miradas furtivas hacia Baji, quien compartía risas con Chifuyu y Kazutora. Él no pasaba desapercibido ante la insistencia de Draken, pero tampoco tenía intención de acercarse al rubio. Era claro que el incidente de hace unas horas aún pesaba entre ellos, creando una tensión palpable de la que nadie quería hablar.

— ¿Qué sucede? — Chifuyu se preocupó al ver el ceño fruncido de Baji.

— Nada... ¿A dónde crees que se fueron las chicas? — intentó cambiar de tema, recordando que sus amigas habían decidido ir a un club nocturno.

De repente, el recuerdo cuando llegó a la casa de Fumiko regresó a su mente, la conocía desde los trece años, la vio combatir, practicar gimnasia y estar estresada por los exámenes... siempre la vio como una amiga, pero jamás pensó en ella como una mujer.

Ahora que lo pensaba, se quedó cautivado al ver a Emma con aquel conjunto, ella siempre se vestía a la moda, se veía hermosa con cualquier cosa, por supuesto. Quería apretar sus mejillas, gritarle a los cuatro vientos lo deslumbrante que se veía y verla sonreír alegremente por sus palabras, no tenía dudas de que aquel pensamiento hacía cosquillear su pecho con emoción, pero...

Entonces, Fumiko apareció. Llevando ese vestido brillante, ceñido a su figura, que hacían resaltar el largo de sus piernas, tapando lo justo y necesario. Diablos, pensó, no podía creer que acordarse de eso le hiciera preguntarse si llevaba shorts debajo de aquel vestido tan corto... ¿Y la ropa interior?, recordó de pronto que en algún lado escuchó que la ropa interior arruina la figura de los vestidos pegados.

Sentía que su cabeza quería estallar.

—¿Baji? —la voz de su mejor amigo lo sacó de sus pensamientos, mal momento para pensar en eso, sobre todo justo después de hacer una pregunta.

—Disculpa, creo que el alcohol no me está sentando bien —su amigo se rio de su respuesta.

—Te decía que creo, si no me equivoco, que las chicas se fueron a Roppongi. — dijo Chifuyu recordando la información de Fumiko.

—Vaya... buena zona. — admitió Kazutora uniéndose a su conversación nuevamente, sin embargo frunció la nariz. — Roppongi...

—¿Qué pasa? — preguntó esta vez Baji.