—Bienvenida a Universal, Chiara Oliver. —El hombre sonrió mientras estrechaba su mano. La nombrada tuvo que contener su emoción para no hacer una voltereta ahí mismo.
—Muchas gracias por la oportunidad, de verdad. —Acertó a decir.
Tras unas palabras más de cortesía, la menorquina salió de los estudios con una sonrisa de oreja a oreja. Sacó el teléfono rápidamente para llamar a su novia y anunciarle las buenas noticias. Su año había empezado mejor que bien.
Desde que se asentó de nuevo en su piso, en septiembre, comenzó a tomarse la música mucho más enserio. Las redes sociales y sus pequeños bolos independientes por los barrios de Madrid hicieron que algunas promotoras se interesaran en ella. Ella ya estaba contenta con sus humildes logros, pero todo cambió cuando una carta llegó a su casa, brindándole la oportunidad que estaba por cambiarle la vida.
Una ráfaga de viento la sacó de sus pensamientos, era febrero y había vuelto a olvidar su chaqueta, aunque en aquel momento le daba bastante igual. Buscó rápidamente el nombre de a quien quería llamar en su lista de contactos.
—(...) Dime, amor. —Una sonrisa se formó en la cara de Chiara al escuchar esa voz.
—¡ME HAN FICHADO! ¡EN UNIVERSAL! —No pudo contener más su euforia. Violeta, al otro lado de la línea, comenzó a dar saltos de alegría, contagiándose.
—¡QUÉ DICES! ¡KIKI ESO ES AMAZING! OMG you are gonna be a STAR!!!! —La pelinegra rió al escuchar el acento españolizado de su novia.
—And she was reborn into a star. —Vaciló de broma, provocando la risa de la mayor. —Vivi estoy... Jope, estoy super contenta.
—Me alegro muchísimo amor, de verdad. —La pelirroja se mordía las uñas mientras miraba a través del cristal a Raoul, que esperaba pacientemente a retomar la grabación. —Me encantaría seguir hablando contigo pero sigo trabajando... Esta noche te invito a cenar y lo celebramos, okay? Quiero que me lo cuentes todo.
—Okay. —Asintió, comenzando a caminar en dirección hacia casa de Ruslana. —Voy a ver a Rusli entonces, así hago tiempo hasta la clase de piano.
—Okay love. Ciao.
—Bye, I love you. —Se despidió la menorquina, aunque esperó un poco más antes de acabar la llamada.
—Te quiero más.
Chiara sonrió y entonces colgó. Tenía el corazón lleno, de repente todo le iba bien. Demasiado bien. Había pasado las mejores Navidades con Violeta, cenaron con la familia de la inglesa y por un momento los padres de esta parecieron quererse. Navidad la pasaron con la madre y la abuela de Violeta, y acabaron pasándose por casa de Juan Carlos a saludar. Todos los pequeños conflictos que podían haber surgido se desvanecieron. Todo parecía ir a favor de ambas chicas.
Prácticamente vivían juntas, Violeta hacía semanas que no pisaba su piso, y comenzaba a plantearse dejar de pagar el alquiler. Su trabajo como compositora iba viento en popa, y más ahora que su novia había encontrado una oferta tan prometedora cono la que le acababa de anunciar. Hacía meses que la pareja trabajaba conjuntamente, les era tan fácil crear música. Violeta era letra y Chiara melodía, y no había día que se sentasen a componer sin sacar un tema digno de sonar en la radio.
Y quizá ahora ese sueño podría hacerse realidad.
rus
estoy con samu
no te importa no?Leyó el mensaje cuando ya había llegado al portal de su casa. Llamó tres veces, como solía hacer siempre que iba. Era una manera de hacer saber que era ella quien llamaba. Pronto se encontró dentro del piso.
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Una Ruptura y Diez Bodas || KiVi
FanfictionCuando todo el mundo se casa, y dos antiguas compañeras de clase se reencuentran en la boda de una amiga en común.