Una Ruptura y Diez Bodas || KiVi

24. desde cuándo

Chiara no pegó ojo en toda la noche. Justo después de que Violeta abandonase las cuatro paredes que casi la habían adoptado, el móvil de la pelinegra sonó por todo el salón.

número desconocido
bien hecho
esto va a ser más fácil de lo que creía

La menorquina sintió como sus mejillas comenzaban a mojarse. La impotencia y la rabia no tardaron en salir. Se sentía la peor persona del mundo después de haberle hecho aquello al amor de su vida, pero no podía arriesgarse a que le hicieran algo a Joey, o incluso a ella. No estaba segura de preferir ser ella misma quien les hiciese daño, pues iba en camino. En un arrebato, se envalentonó a responder al anónimo.

chiara
que quieres de mí?

La presión en el pecho crecía por momentos. Necesitaba irse corriendo de allí. O tirarse por la ventana. O abrazar a Violeta. O darle un puñetazo a quien estuviera haciéndole aquello. Tenía la mente nublada, no encontraba salida a aquel espiral en el que sentía que estaba entrando. Y no le gustaba nada.

número desconocido
que sufras como te mereces
si no lo haces tú, lo harán ellos
y no creo que quieras que tu hermanito o tu novia lo paguen
me equivoco?

Chiara ahogó un grito de frustración a la vez que trataba de contener las lágrimas. Fuera quien fuese, la tenía cogida por donde más le dolía.

chiara
qué más tengo que hacer?

número desconocido
me gusta tu actitud

segunda prueba:
róbale esta canción a Samuraï
(archivo de audio)
tienes que ir mañana al estudio con esta canción y grabarla
seguro que le sienta muy bien a la novia de tu amiga
fecha límite: hasta mañana por la noche

—Fuck off! Ruslana me va a odiar para siempre... —Murmuró para ella misma.

Sin embargo, movida por el miedo exactamente igual que antes, aceptó. Escuchó la maqueta de la canción y respiró hondo. Ni siquiera era su estilo. A penas durmió en toda la noche. Violeta, en su piso, tampoco hizo algo muy diferente. Las palabras de Chiara se repetían en su mente una y otra vez, aunque lejos de afectarles como tal vez meses atrás lo hubiera hecho, se centró más en la chica. Algo pasaba. Chiara no haría ese comentario sin más, y mucho menos cuando había sido la persona que más la había ayudado. Aun así, al día siguiente no comió. Tampoco habló con la menorquina. Necesitaba espacio.

La mañana siguiente la pequeña se la pasó en el estudio, encerrada en uno de los baños, escuchando en bucle la canción que tenía que grabar. Porque tenía que hacerlo. Y lo hizo. Esa misma tarde ya tenía la maqueta de la canción lista para enviar a los de la discográfica. No hizo mucho más ese día, ducharse y dormir. A penas tocó el móvil, y eso le hizo sentir mal. No había hablado con Violeta desde el día anterior. Una notificación la despertó.

número desconocido
bien hecho

Apagó el móvil y suspiró. No podía más con aquello, decidió ignorarlo.

Al día siguiente, Violeta había quedado para desayunar con Ruslana. Le extrañó mucho el comportamiento de Chiara, y habló con la ucraniana para indagar un poco en el asunto, claro que tuvo que hablarle de su asunto, aunque ya lo llevaba mejor. Desayunaban en el piso de la pequeña.

—Me parece rarísimo que ella te dijera eso. —Sentenció Ruslana. —Kiki no es así. Algo le pasa.

—Sí, hasta ahí yo también había llegado. —Suspiró la mayor. —No hemos vuelto a hablar.