La semana remontó al recibir el reparto de temas de la primera gala. Si bien era cierto que Ale no tenía a nadie en especial con quién hacer una canción, en el fondo deseaba hacerlo con Martin. Ni siquiera le importaba la canción o el género, con tan solo compartir tiempo y clases con él la bastaba.
En el momento que oyó que iría con Suzete, sus energías se renovaron y estaba feliz.
No había hablado mucho con la chica, pero con las breves conversaciones que habían tenido sabía que Suzete era una gran persona, con una actitud y voz envidiables. Tampoco reconoció en un principio la canción que Noemí y Manu habían seleccionado para ellas.
―Young hearts run free ―leyó la burgalesa lo que estaba escrito en la libreta―, jamás he escuchado esta canción en mi vida.
―Yo menos ―admitió Suzete―, pero no tiene mala pinta.
―A ver qué tal nos va en la toma de tonos.
Otras de las tantas cosas que Manu les había explicado antes de dar los temas era la hora que dedicaban a mirar y analizar la canción con el hombre. Ahí se establecía el tono, algún ajuste o incluso cambios en la melodía.
La burgalesa tenía claro que iba a hacer todo lo mejor para que la canción quedará perfecta.
―No me puedo creer que me haya tocado tiroteo ―la voz de Martin intervino en su lectura de la letra. El vasco cayó rendido al lado de ella, con su cabeza apoyada en su hombro―, me encanta cantar con Alex, pero esta canción...
―Míralo como un reto, algo fuera de tu zona de confort.
―A ver si así es más fácil ―susurró él y conectó sus ojos con los de la chica―, ¿tú qué tal?
―Realmente no lo sé, no he escuchado está canción en mi vida.
Martin suspiró y sus labios se ensancharon en una sonrisa de compasión. Ale devolvió el gesto y buscó la mano del chico, como recordamiento de que ella estaría para lo que necesitará.
El martes estuvo lleno de clases, caras nuevas y mucha ilusión. Ale era incapaz de no aplaudir por cada cosa que escuchaba o chillar de la emoción. De momento Abril y Manu habían sido sus profesores favoritos. El miércoles fue algo más tranquilo, con tiempo libre para poder practicar. Suzete y ella se complementaban bastante bien, además de tener un tono parecido -que en cierta manera ayudaba a la hora de cantar los estribillos-.
Durante la tarde del miércoles, las dos chicas se encerraron en uno de los boxes. Aquellas cuatro paredes simulaban un mundo paralelo al que había fuera y allí Ale podía permitirse no pensar tanto. Estar acompañada por la Suzete facilitaban en gran medida las cosas, porque sabía que ella tenía un pensamiento parecido al suyo.
La burgalesa se concentró en la melodía de la canción, en su tempo. Mientras, la otra chica miraba atenta la libreta naranja. Ambas tenían la ambición de que todo saliera perfecto y que el pase de micros del día siguiente no fuera un completo fracaso.
En un momento de la tarde, el cristal fue aporreado. La figura de Salma se manifestó tras esta, tenía una sonrisa amplia y saludaba con la mano, de forma amistosa. Suzete manipuló la puerta, permitiéndola entrar.
―Buenas, ¿cómo va?
―Está en proceso ―respondió al instante Suzete, mirando de reojo a Ale, que parecía no haberse inmutado de la presencia de la malagueña―, pero no creo que no lo haremos tan mal mañana ¿Vosotros que tal lleváis el tema?
―Juanjo y yo tenemos una buena conexión, a parte de que la canción es muy de nuestro estilo.
El zaragozano apareció tras la respuesta de Salma. El chico llevaba en uno de sus hombros la bolsa y su mano derecha agarraba el termo.
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remedio. juanjo OT23
FanficLa relación de Juanjo y Ale no empezó con buen pie. Tres meses tras su último encuentro, tendrán que volver a reencontrarse para pelear por una plaza dentro de la academia, aunque ninguno de los dos se soporta. Sin embargo, la fachada oculta las ve...