Nunca se había sentido tan bien, piensa Jennie.
Acurrucada sobre un cálido pecho 一 dos brazos que rodean su cuerpo y un par de piernas enredadas con las suyas 一 Jennie se da cuenta de que nunca se había sentido tan feliz.
Los dedos de Lisa son suaves cuando acarician el pelo revuelto y sudoroso de Jennie. Sus labios son aún más suaves cuando la besan de vez en cuando en la parte superior de la cabeza.
─Gracias, ─ susurra Jennie de repente, rompiendo el cómodo silencio posterior al éxtasis. Las puntas de sus dedos dibujan delicadamente formas y círculos en la suave y tersa piel de las clavículas de Lisa.
─ ¿Por qué, cariño? ─ pregunta la Encantadora de Serpientes, inclinando la cabeza de Jennie hacia arriba con una mano sobre su mandíbula; sus labios se detienen sobre su frente y el espacio entre las cejas de Jennie.
─Por... por todo lo de esta noche. Nadie ha... ─ se interrumpe, sin estar segura de sí debería decir lo que iba a decir.
Pero Lisa toma la decisión por ella.
─ ¿Nunca nadie ha hecho qué? ─ No suena juzgadora, o como si estuviera molesta porque Jennie de repente está a punto de mencionar a otras personas después de su primera vez juntas. Sólo curiosidad; genuina.
Jennie suelta un suspiro tembloroso.
─Nunca nadie me había tratado así. Como si fuera algo valioso. Como si fuera especial.
Ahí está. El secreto 一 si se le puede llamar así 一 ha salido a la luz. Y Jennie se descubre acurrucándose más y apretando los labios contra la piel que se extiende justo sobre el corazón de Lisa.
─Lo siento, ─ Jennie pestañea, levantando inmediatamente la cabeza para mirar a Lisa y preguntarle, pero Lisa presiona sus labios contra el puente de su nariz en un dulce beso, ─ lamento que hubiera gente que no supiera cómo tratarte. Siento haber tardado tanto en encontrarte y mostrarte lo maravillosa que eres.
A Jennie se le llenan los ojos de lágrimas.
Jennie nunca había estado tan enamorada de nadie. Arde 一 este amor que llena sus pulmones como el agua en un océano. Que la rodea como una nube oscura antes de la Tormenta del Siglo.
Y tal vez, Lisa es esa tormenta; lista para derribarla y volver a construirla inmediatamente después.
Mejor que antes. Hacerla brillar.
O tal vez sólo ayudarla a encontrar su verdadera luz interior.
Jennie quiere decirle. Lo que siente. Lo mucho que esta mujer significa para ella. Las palabras se agolpan en sus labios; le queman la lengua y golpean contra sus dientes.
Déjanos salir, gritan, dile lo enamorada que estás.
En lugar de eso, Jennie dice,
─Eres tan cursi.
Lisa sigue sonriéndole. Sigue pasándole los dedos por sus hombros y por su brazo. Sigue besándola de todo corazón. Sigue dejándola sin aliento y haciendo que su corazón se agite y palpite en su pecho como un animal salvaje al que por fin han soltado después de años de estar atrapado en una jaula dorada.
─Posiblemente. ─ Lisa susurra contra sus labios.
El pecho de Jennie corea.
Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo.
Y así, la Paloma se enamoró profundamente de la Encantadora de Serpientes.
Y así, la Encantadora de Serpientes se enamoró profundamente de la Paloma.
─Te amo.
─Yo también te amo. ─ Los ojos de Jennie brillan: ─ De verdad, una tonelada, mi tesoro. Un amor más allá de lo real que no puedo expresar con palabras o poesía... Pero mi preciosa Jennie, eres lo único bueno en mi vida, espero que lo sepas. Por lo tanto, besémonos y abracémonos toda la noche, ¿de acuerdo? ─ añadió Lisa con una tierna sonrisa. ¿Qué hará Jennie en esta situación? ¿No besar a la encantadora de serpientes? Bueno, pues eso hizo. Se inclinó hacia adelante con la mayor sonrisa en su rostro y conectó sus labios con Lisa.
Al mismo tiempo, el cielo negro de Gotham City se iluminó con una luna dorada que se veía por la ventana de la habitación. El momento no podía ser más perfecto que esto.
Y muy pronto, La Guarida de la Serpiente se volvió azul.
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VENOMOUS┃ JENLISA
Conto一 Me gustaba. La deseaba. Quería más y lo tomé. La tomé como si la necesitara, como si mi vida tuviera un límite y si no conseguía tanto de ella como pudiera, dejaría de respirar al siguiente instante. En el corazón de Jennie Kim, hay lugar para dos...