Porn pt.2 Donde Chan decide devolverle el favor a Seungmin, complaciéndolo en agradecimiento a su cura contra su adicción.
TW: smut, lenguaje explícito.
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— Ahora quiero complacerte yo — murmuró bajito Chan, lanzándose a besar los labios de Seungmin trepándose en su cuerpo.
Sentirlo piel con piel, tibio, frágil y suave debajo de el solo hizo que se sintiera aun más febril de lo que ya estaba. Había adorado cada cosa que había sentido la ronda pasada y ahora quería buscar más de lo que el cuerpo del menor podía darle.
Comenzó a frotar sus erecciones, dando embestidas aun sobre el cuerpo de Kim, jadeando y apretando los puños junto a la cabeza del menor.
— Chan... ah— gimió Seungmin.
— Mierda — siseó Chan, mirándolo a los ojos — definitivamente tus gemidos ahora son mi adicción — dijo para volver a besarlo.
Seguía pensando en cómo podría agradecerle a Seungmin el mostrarle una nueva cara del sexo y del placer, siendo ahora correspondido y teniendo la oportunidad de compartir aquellas sensaciones tan gratas. Y ahora se sentía más afianzado al vínculo emocional que tenía con el pequeño, pues si de por si ya lo quería de manera distinta, ahora podía decirlo con seguridad.
— Quiero... quiero hacerte sentir bien Minnie — jadeó en su oído, sintiendo las manitos del menor acariciar su espalda con cariño — Dime que quieres que te haga, pídeme lo que quieras y te lo haré. Incluso si me pides que me arrodille y te ruegue por...
— Oye oye — interrumpió Seungmin riendo — tampoco es necesario — lo miró a los ojos — quiero tantas cosas que no se ni por donde empezar — le sonrió coqueto.
Chan se relamió los labios y actuó por si solo, bajando poco a poco por su cuerpo mientras besaba cada rincón, empezando por su cuello, bajando por su pecho hasta que lamió los pezones.
— Mgh... sigue — dijo Seungmin retorciéndose por el placer que le provocaba esa estimulación.
Chan dio una pequeña mordida a su botoncito, ocasionando que el menor se quejara bajito y le jalara el cabello.
— Lo siento, ¿te dolió? — le dijo riendo.
— No... me gustó mucho, solo quiero mas — dijo lamiéndose los labios, mirándolo directamente.
— Lo que tú mandes — respondió Chan con la voz ronca y volvió a mordisquear sus pezones con cuidado, escuchando los lloriqueos de Kim. En un momento sintió como palpitaba la erección del menor, pues estando acostado encima de el, tenía su miembro pegado a su abdomen.
